La novedosa forma de emitir sus series ha hecho única a Netflix, su último estreno es 'Orange is the New Black', comedia creada por Jenji Kohan ('
Weeds').
Desde el 11 de julio todos los capítulos de la serie están disponibles en el canal
streaming Y mientras que algunos han tenido la fortuna de devorar la serie en apenas dos semanas, desde el blog hablaré en esta ocasión del primer contacto con la ficción carcelaria.
'Orange is the New Black' se centra en la vida de Piper Chapman, una mujer que a día de hoy vive felizmente rodeada de su futuro marido y de una familia en la que apoyarse, pero todo se tuerce cuando comunican a Chapman que debe ingresar en prisión 15 meses tras salir a la luz los trapicheos en los que estuvo involucrada años atrás, dirigida por la que en su día fuera su compañera sentimental, Alex Vause.
La noticia no solo cae como jarro de agua fría en Chapman, su familia, que desconocía el pasado lésbico y el perfil delincuente de la protagonista, tambiéndebe asimilar la sentencia. A pesar de todo, Larry, pareja actual de Piper, se toma con el mejor humor posible la noticia y demuestra que no guarda rencor a su amada por ocultarle durante tantos años la historia de trapicheos que lideraba con otra chica que resulta ser su ex, demasiada información para tan poco tiempo, pero Larry se mantiene cerca de Chapman.
Taylor Schilling es la encargada de dar vida a Piper Chapman, personaje real, aunque Kohan haya decidido dar sus toques personales a la historia, algo que se agradece porque
la creadora de 'Weeds' vuelve a demostrar que es brillante dibujando personajes y escribiendo historias que te enganchan de principio a fin.
Además, Piper no es el único personaje carismático del serial, es más, me atrevería a decir que cualquier secundario tiene más chicha que la protagonista, sin desmerecer la labor de Schilling. La historia de amor entre la presa y el policía jovencito traerá cola y apunta maneras, igual que el pasado, presente y futuro de dos de las mejores adquisiciones de esa cárcel, Red y Burset, dos mujeres con dos historias a sus espaldas que no dejan indiferente a nadie.
Con el paso de los capítulos iremos conociendo a todas las presas, centrándonos cada episodio en una de ellas.
La forma de utilizar los flashbacks y fusionarlos con lo que acontece en la actualidad desde la cárcel recuerda a 'Perdidos', aunque ambas series no tengan nada que ver, sus registros son totalmente diferentes, poniendo siempre un fino contrapunto de humor en 'Orange is the New Black'.
La serie ya ha renovado por una segunda temporada, demostrando Netflix la confianza que tiene hacia este producto, que no es para menos ya que rebosa calidad por los cuatro costados. Puede ser que en ocasiones abuse de los tópicos que existen en las cárceles, como la figura del policía cachondo que se aprovecha de las chicas o la presa matona que tiene aterrorizadas a sus compañeras.
'Orange is the New Black' no es solo la estancia en la prisión de Piper Chapman, también importa todo lo que le llevó a acabar entre rejas, las historias de sus compañeras, que terminarán convirtiéndose en amigas, o la evolución del que fuera el círculo de la protagonista, su prometido, su negocio, su familia... A rasgos generales, la evolución va a ser un factor importante en esta historia, hasta que Chapman supere cada uno de sus miedos en la cárcel, que pasan desde ser repudiada de la cocina a tener que convivir con Alex, su ex.