Otros trece episodios de '
Orange is the New Black' que han pasado volando, es de las pocas series que no agotan pese a la larga duración de sus episodios.
Tanto en drama como en comedia la serie de Netflix supera con creces al resto de ofertas actuales, incluso cuando se atreven con el misterio consiguen poner los pelos de punta y dejarnos con la boca abierta después de cada final ingenioso, y de esos hay muchos en '
OiTNB'.
Este año el protagonismo de Piper ha cedido espacio al resto de reclusas, y ha sido todo un honor ahondar más en cada personaje, para dejar de ser "las negras", "las latinas" o "las otras" y convertirse así en personajes con nombre propio. Todas ellas tienen una historia interesante que contar, y gracias a los dinámicos flashbacks podemos descubrir qué les llevó a la cárcel de Litchfield.
(A partir de aquí hay spoilers de la 2ª temporada)
"Las negras"
Ellas han sido las protagonistas absolutas de esta temporada, el grupo liderado en última instancia por Vee se ha hecho con el control interno de la prisión, pasando por encima de las temidas latinas o de Red y su ya no tan potente séquito. Vee ha sido un revulsivo para este grupo de amigas, al menos como espectador, ya que la veterana ha manipulado a las chicas a su antojo, aprovechando las debilidades de cada una de ellas y convirtiéndolas en sumisas sin que apenas lo notaran.
La evolución de Vee en '
OiTNB' está muy trabajada; a pesar de tener el poder en su mano en unos pocos capítulos, la razón y la manera en la que llega a esa situación es creíble, una baza que ha sabido jugar la serie, ya que todo lo que hacen te lo llegas a creer por surrealista que pueda parecer pensándolo dos veces.
Poussey ha sido la que más ha sufrido con la intromisión de Vee, la joven ha sido apartada del grupo, suponía un obstáculo para la nueva matriarca, y ha sabido cómo poner a sus amigas en contra.
Por suerte todo acaba bien, la amistad de Taystee y Poussey vuelve a su cauce, la que no va a volver a ser la misma seguramente sea Crazy Eyes, de la que hemos conocido el origen de sus problemas, metiéndonos en el corazón de Suzanne, y dejando a un lado los prejuicios hacia la disparatada "Ojos Locos".
Los dramas de Piper
La rubia sigue siendo clave para conectar con el espectador, su ingenuidad cada vez queda más lejana, aunque sigue creando la empatía del principio. Además, Piper ha sido traicionada doblemente en esta temporada, primero por una ausente Alex (a la que no tardaremos en ver nuevamente entre rejas) y después por su propia amiga Polly, que empieza una sorprendente relación estable con el ex de la presa, Larry.
En prisión, Piper ha estado atareada con el nuevo periódico, que ha tenido corto recorrido, ha intentado hacer las paces a su manera con Healy, aunque este hombre es tan imprevisible y oscuro que nunca sabes por dónde va a salir. Ahora su ojo derecho es Pennsatucky, con imagen renovada, tanto por fuera como por dentro.
El "rojo" ya no se lleva
Red ha sido la gran víctima este año, se ha tenido que unir con las más viejas de la cárcel para hacer su propio grupito en el invernadero. Pero los planes de la rusa van más allá de un inocente huerto, ya que ese lugar sirve como túnel que conecta Litchfield con el exterior, y así Red puede meterse en el bolsillo al resto de reclusas haciendo realidad sus deseos y caprichos, con la ayuda de su hijo desde fuera.
Pero lo más interesante en la trama de Red ha sido su enemistad con Vee, el pasado vuelve, y en este caso para desgracia de la pelirroja. De esta relación hemos sacado dos conclusiones, que Red tiene buen fondo y es un gran personaje; y que Vee es una maquiavélica sin corazón, y arderá en el infierno. Gracias Rosa.
En menor medida, no por eso menos importante, Rosa, Nicky o Morello han sido otros tres descubrimientos este año, aunque a Nicky ya la conocíamos algo mejor, una de las más apreciadas. Rosa es un nuevo fichaje, no sabemos que pasará con ella en la siguiente temporada, espero que la dejen descansar en paz lo que le queda de vida. Y Morello me ha encantado, la italiana está completamente majara, lo suyo es preocupante, y aún así '
OiTNB' consigue una vez más que
conectemos con un personaje que tiene todos lo ingredientes para ser detestado, reconozco que sentí más pena por la acosadora que por el acosado. Quizás me lo tenga que mirar, pero en mi defensa diré que la culpa es de la genialidad de '
OiTNB'.
Me dejo muchas cosas en el tintero, pero es difícil abarcarlo todo y profundizar en ello, porque los chanchullos de Fig o la confesión de Bennet merecen mención aparte, el año que viene veremos cómo continúan. Solo agradecer desde este rinconcito de la red a Jenji Kohan por regalarnos 13 capitulazos anuales, repletos de conversaciones interesantes, historias cautivadoras y una narración impredecible.