(Contiene spoilers hasta el capítulo 3x03)
Los últimos veranos han sido mucho más agradables que de costumbre gracias a la compañía de '
Orange is The New Black', la serie de Netflix se ha convertido ya en
una rutina más de la época estival, aunque hay quien los trece episodios no le duran ni un fin de semana. La espera se hace larga y angustiosa, por eso prefiero ir despacio, a pesar de no haberme podido resistir a haber visto ya un episodio por día, aunque prometo bajar el ritmo a partir de ahora.
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Orange is The New Black' sigue
mezclando a las mil maravillas el humor con el drama, aunque en este inicio de temporada haya prevalecido lo primero. Los tres primeros capítulos han sido más bien corales, como ya apuntaba maneras la segunda temporada, y me parece acertado, ya que en el reparto hay joyas que no se deben quedar en el olvido, incluso esas reclusas que tienen un par de frases por temporada aportan algo a la serie de Netflix.
El tercer año Jenji Kohan ha abierto el rango de protagonismo, y no solo las chicas que están encarceladas van a tener esos maravillosos flashbacks, marca de la casa desde el primer contacto con la ficción. Funcionarios de prisiones como Healy o Bennet también han tenido sus recuerdos del pasado, y está muy bien dar una oportunidad a personajes que también son grandes a pesar de no pertenecer al grupo de presidarias. Además, este año parece que Caputo va a estar en primera línea, muy a su pesar, ya que empieza el mandato con muy mal pie, con la continuidad de la cárcel de Litchfield en peligro.
Tramas que se perfilan
Es costumbre en '
OiTNB' ir despacio, pero pisando sobre seguro. No obstante, no es como en otras series que estás esperando de forma ansiosa a que el argumento avance y estalle cuanto antes "todo lo gordo", aquí se disfruta de cada secuencia,
sin prisas, pero siempre con ganas de más. Una de las tramas más sorprendentes ha sido la de Nicky, en tan solo tres capítulos, es un personaje adorable, a pesar de su pasado y de lo colgada que está de las drogas, me gustaría un final feliz para ella, pero no creo que lo tenga.
Ahora la han trasladado a
máxima seguridad, y conociendo a los guionistas de '
OiTNB' no sabemos si la volveremos a ver a corto plazo. El asunto de
las drogas y el túnel parece que ha quedado zanjado, pero apuesto a que la mierda volverá a salir a flote en Litchfield. Luschek, Boo y las dos drogadictas, cada vez más imprescindibles sus escenas a dúo, tendrán algo que decir al respecto.
Otra trama que coge peso en la serie es la de Daya con Bennett, sigue manteniendo el interés tres años después, aunque todo apunta a que su secreto será desvelado más pronto que tarde. Ya es demasiada la gente que sabe quién es el verdadero padre del niño que espera Daya, más bien es un secreto a voces en Litchfield, y es difícil tener la boca cerrada en una cárcel, donde el aburrimiento hace estragos. Desde los ojos de Bennett hemos conocido el hogar donde vive la familia de Daya y Aleida, terrible y cruda realidad la que se respira en ese "hogar". Lo que ha sido del ex soldado después de esa visita supongo que lo sabremos pronto.
Las latinas siguen con su rollo de brujería y regalándonos grandes momentos como el de las chinches, el mejor episodio de los tres; las negras continúan siendo, o creyéndose, las reinas del cotarro, abusando del poder que se han otorgado ellas mismas; y la superpandi blanca está más dispersa que nunca. Las que se han unido sin pensárselo dos veces han sido Alex y Piper, su relación se ha estrechado a pesar de las puñaladas mutuas que se dieron la temportada anterior.
Personalmente,
prefiero a la Piper solitaria, la del año pasado, pienso que Alex como personaje no hace ningún favor a la que en principio fuera protagonista. Estoy esperando a que llegue alguien nuevo ponga patas arriba esta idílica historia de amor que nunca me he creído. Todos los personajes de '
OiTNB' me parecen maravillosos, pero Alex siempre se me ha atragantado, no soporto su pose de chica dura ni su cara de amargada permanente. Confío en que pronto habrá un revulsivo que cambie el rumbo de esta pareja.
A rasgos generales, el ritmo de la dramedia me parece fabuloso, nos permite conocer en profundidad a todos los personajes, zambulléndonos especialmente en la vida de las reclusas. Nos queda mucho por conocer de ellas, y no me despegaría de la pantalla para ver horas seguidas de esta serie que marca tendencia y engancha una barbaridad. '
Orange is The New Black' sí es una serie de personajes, de
enigmáticos, crudos y grandes personajes.