Nurse Jackie: políticamente incorrecta

No es sencillo encontrar una serie que cumpla las expectativas esperadas hoy en día, sobre todo cuando se trata de una comedia, que siempre corre el riesgo de no caer en gracia, y nunca mejor dicho. De todas formas, no me ha pasado eso con Nurse Jackie, la enfermera más impactante de todos los tiempos, con más secretos que los supervivientes de Lost, con menos ética que la mismísima Nancy Botwin de Weeds y con más mala leche que las mujeres desesperadas de Wisteria Lane, así es Jackie Peyton, la protagonista de la serie de humor negro de Showtime.

La magia de Jackie coge fuerza gracias a la actriz Edie Falco (Los Soprano), aunque al principio me costó acostumbrarme a ella y a sus poco éticos actos como persona, fue su manera de trabajar y de cuidar a sus pacientes lo que me cautivó, porque quizás no quiera cerca a una persona como Jackie, pero si tengo que elegir una enfermera me quedo con ella, sin duda alguna, la más atenta, competente y eficaz

Aún así, la enfermera Jackie no es el único personaje realmente logrado de la serie, y eso es exactamente lo que le da más interés aún al serial, los personajes secundarios que acompañan a Jackie a lo largo de la primera temporada (y el cásting completo en general). Su pija e insufrible amiga, la Doctora O'Hara, es uno de los ejemplos, ella acepta a Jackie tal y como es, aunque es posible que lo haga porque las dos son igual de políticamente incorrectas. La antítesis de ellas dos es la enfermera en prácticas, Zoey, una inexperta joven a la que le queda mucho por aprender, pero para eso tiene a la mejor maestra o tutora posible: Jackie Peyton.

Otro personaje que desgraciadamente por el momento no ha tenido el protagonismo que merece es la rígida jefa de las enfermeras, Gloria Akalitis, que está interpretada por uno de mis descubrimientos de la temporada, la actriz Anna Deavere Smith. En cambio, en el lado opuesto colocaría al farmacéutico-amante de Jackie-Eddie, no me gusta su papel, me parece que sobra, aunque igual le tengo manía porque es el causante de que la relación de Jackie con su marido y sus hijas tambalee (pese a que la única y real culpable sea la misma enfermera).

En definitiva, me encanta la familia de la protagonista, con un marido cariñoso, legal y bonachón (quizás demasiado) y unas hijas maravillosas (aunque la mayor no tanto), ¿por qué Jackie se empeña en tener otra vida paralela con otro hombre? ¿por qué la enfermera no quiere soportar el dolor ni un instante y acude constantemente a los medicamentos? Son preguntas que no tienen respuestas lógicas, y pese a mostrárnoslo con un humor negro característico e imprescindible en la serie, es una triste realidad, pero ¿qué sería de Jackie sin las drogas o sin la infidelidad? Mejor nos quedamos con nuestra enfermera Peyton tal y como es, que aquí ya tiene un nuevo seguidor que espera con ansias la segunda temporada en castellano.