Recientemente se ha estenado la quinta temporada de '
La Que Se Avecina', y sus seguidores parecen contentos con los nuevos cambios y los resultados que ha obtenido la primera entrega de esta etapa, ya que se convirtió en líder de la noche del domingo, superando los datos cosechados por la mismísima 'Aída' en las semanas anteriores.
La serie de José Luis Moreno ha regresado con leves matices de los que antes carecía y también ha prescindido de alguna que otra clave de la que presumía en sus anteriores temporadas. Lo más notable es el ir y venir de los personajes, que ha trastocado de alguna manera las relaciones y las tramas de los inquilinos de Montepinar.
Enrique y Judith
Desde el año pasado los affaire entre el Concejal de Juventud y Tiempo Libre y la psicóloga del edificio han dado mucho que hablar, y cuando parecía que su relación sentimental se podría consolidar aparece la ex-mujer de Enrique, Araceli.
Además la que en su momento fuera peluquera no ha regresado sola, lo hace con un nuevo amante, en este caso es una mujer de carácter difícil y con la que parece que los vecinos no se van a llevar muy bien. De todas formas, el personaje de María Casal no me ha parecido acertado, como primera impresión.
Los Cuquis
Amador y Maite coninúan sin entenderse, en pleno proceso de divorcio a los Cuquis les toca rotarse la vivienda y los niños (incluído Ojos de Pollo). Por si este follón fuera poco, Justi, la madre de Amador, se ha ido a vivir con su hijo y sus nietos para poner un poco de orden en la casa y para controlar de cerca al desastroso padre de familia.
Mientras tanto Maite ya se ha buscado un lugar donde vivir, ni más ni menos que la casa de sus supuestas amigas (Nines y Raquel), en ese piso puede ocurrir cualquier cosa, desde fiestas por todo lo alto hasta peleas irreconciliables.
Los Recio
Por otra parte, Antonio y Berta han empezado con mal pie la temporada. Ella intenta por todos los medios recuperar el amor y la atención de su marido, pero el mayorista no está por la labor, tiene otros objetivos, como buscar un techo, sacar adelante su negocio y conseguir nuevamente la presidencia de la comunidad.
En este sentido, Coque se ha distanciado (por suerte) del matrimonio, pero aunque al final de la cuarta temporada parecía que iba a empezar una nueva vida, el conserje ha vuelto a su cargo, pero esta vez seguro que en mejores condiciones, ya que la presidenta en este caso es Judith Becker.
Los singles
En el ático ahora sólo vive Javi con su padre, tras la marcha de Lola (por motivos profesionales) y la muerte de Goya, padre e hijo se han quedado compuestos y sin novia, aunque por lo visto la relación entre Javi y Lola sigue viento en popa, pese al pesimismo que infundan sus amigos de barra de bar. En cambio, con Estela no se sabe que ha ocurrido, ¿una puerta abierta para su vuelta o una discriminación descarada hacia uno de los personajes revelación de los últimos tiempos?
El que siempre presume de ser soltero es Leo, el vecino plasta que nadie querría tener. Leo y Maxi llevan su soltería de maneras totalmente diferentes, pero aunque los dos sean claramente unos fracasados en el amor no paran de aconsejar a sus amigos desde el bar Max & Henry, que ahora quizás Araceli lo quiera transformar en algún otro proyecto.
A rasgos generales, 'La Que Se Avecina' ha vuelto más floja de lo habitual, quizás sea por tratarse del primer capítulo de la temporada, que con los pequeños (o grandes) cambios han tenido que hacer una especie de presentación, y poco a poco quizás se transforme de nuevo en el vecindario que siempre fue, con sus problemas internos y sus disputas personales. Eso sí, la primera junta de este año (sin luz) ha sido de las mejores, si siguen por ese camino puede ser que consigan la renovación, porque además lo merecen.
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