Filmin nos trajo hace unas semanas una de las series europeas más aclamadas en la última década, 'Nobel'. El drama bélico de la televisión noruega narra una cruda realidad desde un prisma crítico y directo. Se centra en la guerra de Afganistán, donde trabaja el ejército de Noruega con el fin de proteger a los civiles y acabar con los terroristas que atentan cada día contra la seguridad de los afganos. La primera escena es una muestra dura de lo que puede ser esa realidad, con la muerte de un niño como apertura. Toda una declaración de intenciones llena de dolor y fuerza.
Sin embargo, 'Nobel' no sigue una línea lacrimógena, no nos viene a contar un drama sobre lo mal que lo pasa una sociedad en guerra, al menos no de una forma básica. Nos adentramos en esta historia de la mano de Erling Riiser, un francotirador frío y decidido, aunque con el paso de los capítulos le vamos conociendo mejor y afloran sus inseguridades y sus miedos. Riiser está casado casualmente con una periodista (Johanne) que trabaja en el Departamento de Comunicación del Gobierno de Noruega, entidad pública con la que su marido tiene alguna discrepancia.
Otro drama secundario que toca 'Nobel' es la frágil unión entre Riiser y Johanne, cada vez más distanciados por los secretos que guarda él acerca de todo lo vivido en Afganistán y lo mucho que calla sobre las tramas que los jefes de su esposa maquinan, y de las que él es cómplice. La dicotomía en la que se ve envuelto el protagonista sacude a su entorno, pocas series han puesto sobre la mesa un debate como este, con la guerra y la paz como eje, y de una forma tan gráfica, tanto en el terreno de fuego como detrás de una mesa de roble macizo.
¿Todo vale para conseguir la paz? En frío seguramente pensemos que sí, pero aquí está la clave de 'Nobel', que pone en un aprieto a Riiser, haciéndole dudar sobre los métodos para conseguir este fin. Conversaciones con caciques afganos, señores de traje y corbata o diplomáticos noruegos nos hacen ver el panorama desde diferentes perspectivas, aunque tal vez de un modo demasiado pausado y lejano.
Tengo la sensación de que no me he entretenido viendo 'Nobel', y probablemente ese no fuera su objetivo principal, aunque personalmente me cuesta seguir una serie si no consigo meterme en ella, empatizar de algún modo. 'Nobel' es muy buena serie en muchos aspectos, desde la recreación de cada escena hasta el argumento o las interpretaciones, pero para mi gusto le ha faltado ritmo. Por suerte son solo 8 episodios, por lo que os animo a probar suerte con una de las series más aclamadas del norte de Europa, ahora que Filmin nos da la oportunidad no debemos dejarla escapar, casi cinco años después de su estreno en Noruega.
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