Ya había ganas de volver a disfrutar de 'Narcos', una serie con tres temporadas redondas a sus espaldas y un prometedor spin-off por delante. Netflix ha estrenado la primera temporada de '
Narcos: Mexico', que no es en absoluto la continuación de su predecesora, ya no solo por la ausencia de Pablo Escobar, que no estuvo presente tampoco en la tercera etapa, sino porque
no queda ni un personaje de las temporadas anteriores, ni siquiera el país en el que se desarrollan las tramas es el mismo.
El equipo de la serie se traslada a México, dejando Colombia a un lado, y centrándose en nuevas historias reales, con el inconfundible toque de ficción que le da Netflix a esta saga. La dirección, producción y todo el equipo que hay detrás de las cámaras es prácticamente nuevo, nada que ver con las tres temporadas que han dado la vuelta al mundo. Sin embargo, hay algo distintivo en la historia que transmite la sensación de estar viendo la misma serie.
Puede que la estructura del piloto y el método de narración tengan mucho que ver conn esa esencia que se mantiene en 'Narcos: Mexico'. Obviamente, el tráfico de droga sigue siendo el eje en esta historia que cuenta con nuevas caras, pero prácticamente usan la misma técnica para esquivar a los agentes estadounidenses y hacerse con el control del país. La DEA interviene en México para cortar de raíz un problema que va a más y está dejando muchas vidas por el camino. El miembro más destacado de la DEA es Kiki Camarena, un hombre que se infiltra en el negocio, interpretado por Michael Peña.
En el otro bando está el actor Diego Luna, todo apunta que tomará el relevo del villano de la serie, aunque a priori parece mucho más suave que Pablo Escobar. Luna se mete en la piel del cautivador Felix Gallardo, un tipo con mucha cara y ambición, suya es la idea de ampliar el negocio de la droga en Sinaloa, aunque se tenga que llevar por delante a todos los que ahora mandan en esa zona. Le acompaña Rafa, familiar y amigo, su ojito derecho, aunque en este tipo de negocios no te puedes fiar ni de tu padre.
Durante los primeros 10 episodios nos trasladaremos al México de los años 80, un lugar con muchos recovecos peligrosos, en el que nos dan a entender que se respira el negocio de la droga por todos los rincones. El spin-off de 'Narcos' se centrará en el Cártel de Guadalajara, creado desde abajo por Félix, un protagonista con potencial, y muchos enemigos a batir. Su obstáculo principal será esa DEA a la que en aquella época no se tomaban en serio.
Es interesante ver cómo siguen intercalando imágenes ficticias con información real de aquella época. Esta mezcla da veracidad a la serie, aunque nos avisan desde la primera escena que hay hechos que se sacan de la manga. El aire documental que tiene 'Narcos: Mexico' ya existía en la serie original, y es un gustazo que mantengan las buenas costumbres.