'Narcos': el principio del fin de Pablo Escobar

Una vez vistos los primeros episodios de la segunda temporada de 'Narcos', se puede decir que la serie sigue la misma línea que el año pasado. El conjunto de la primera tanda fue mucho más dura que lo que hemos visto hasta ahora de la segunda etapa, pero la caída de Pablo Escobar está al llegar, y seguro que es ahí donde nos ofrecerán fuegos artificiales.

Netflix ha anunciado a bombo y platillo que ésta será la última temporada de 'Narcos' con Pablo Escobar como protagonista, es más, nos adelantan que su muerte está cerca, y no lo podemos tomar como un spoiler porque es algo que está escrito en la historia de Colombia. Lamentablemente, ningún otro personaje tiene el gancho de Escobar, y perder a este villano sin escrúpulos va a ser un duro golpe para el espectador, y puede que también para la serie.

No vamos a adelantarnos a los hechos, así que hablemos de los primeros tres episodios de esta prometedora segunda temporada. Pablo continúa escondiéndose de las autoridades, de hecho se le ve algo perdido y sin la templanza que tenía el año pasado. Los agentes Steve y Javier van tras su pista, pero tampoco parecen tan avispados como nos quieren hacer ver, ambos se han quedado con el cartelito de "poli bueno", y están más atentos a sus vidas personales que a la caza del narcotraficante más poderoso del mundo.

Los métodos de estos dos agentes son convencionales, sin salirse de la ley, pero se dan de bruces contra el suelo cuando el Gobernador Gaviria pone al mando a un militar de dudosa reputación. Si no encuentra lo que busca entre los testigos o cómplices de Pablo, los mata sin más miramientos. Espeluznante ver cómo tira del helicóptero a dos de ellos por no contar dónde se esconde su superior.

Pablo tampoco destaca por ser más blando que el mencionado militar, al que temen Steve y Javier. En este caso, el traficante está en busca de Judy Moncada, la que fuera su aliada. Nadie traiciona a Pablo Escobar, por eso busca venganza, después de haber acabado con su marido y su hijo, ahora le toca a ella. La atractiva mujer no pretende quedarse de brazos cruzados, es casi tan escurridiza y perversa como su rival, así que no ha dudado en aliarse con otros enemigos de Pablo, y preparar un plan para acabar con él.

En otro orden de cosas, ya hemos asistido a un par de masacres en lo que va de temporada, y tenemos la suerte de poder comparar estos hechos con imágenes reales que intercalan a lo largo de la serie. Es un recurso que ya utilizaban en la temporada anterior, y me parece todo un acierto que da veracidad a la historia de 'Narcos'. Una de estas masacres tiene como protagonista a un grupo de prostitutas, una de ellas se ha ido de la lengua, aunque lo que realmente temen los hombres de Escobar es que se pueda chivar uno de los eslabones perdidos, Maritza.

Esta guapa joven puede ser pieza clave en la segunda temporada. Uno de los chicos de Pablo la deja huir, pero conociendo lo veleta que son todos los que rodean al narcotraficante, cualquier cosa podría ocurrir con ella a partir de ahora. No hay piedad.

'Narcos' es uno de los mejores productos que tenemos en la actualidad en televisión, pero no está cerca de ser el mejor. De hecho, la serie pierde garra si la ves después de otras del mismo género como 'Gomorra', donde la adrenalina de dispara y te sientes protagonista de la historia. Es un buen pasatiempo que podría haber llegado a más, pero se han conformado con hacer algo decente centrado en una figura, sin prestar atención a secundarios o subtramas que pasan desapercibidas.

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