La sexta temporada de ‘
Mom’ ha concluido en TNT España un par de semanas después de finalizar en Estados Unidos.
La comedia de Anna Faris y Allison Janney ha renovado por dos temporadas más, y es una buena noticia, porque a mi parecer ‘Mom’ sigue siendo una de las mejores sitcoms de la actualidad, y ha ido transformándose hasta dar con la fórmula idónea, deshaciéndose de personajes insulsos y potenciando a los que realmente dan juego.
Este año ha habido una incorporación, la de Tammy, ex amiga de Bonnie. La rubia grandullona sale de la cárcel, después de haber sido invitada en las anteriores temporadas. A partir de los próximos capítulos será regular, aunque justo aparece cuando el resto de chicas conforman una nueva cabecera, en la que evidentemente todavía no está Tammy. Este personaje se desenvuelve de maravilla en las reuniones de alcohólicos anónimos, y en los últimos capítulos de la temporada hace buen tándem con Marjorie, su nueva compañera de piso, ahora que la mayor de las chicas está viuda.
Uno de los dramas que ha dejado esta temporada ha sido la muerte de Victor, el hombre con el que Marjorie por fin encontró la felicidad y la estabilidad. La mujer puso en riesgo su recaída, igual que le ha ocurrido a Christy, aunque en este caso ha terminado sustituyendo el alcohol por el juego y por el tabaco, otro vicio al que la protagonista ha tenido que hacer frente, llenando su agenda de nuevas reuniones en grupo. Además, las cosas se tuercen para la hija de Bonnie, que pierde a su madrina en el capítulo final, y recurre nuevamente a los brazos de una Marjorie recuperada que ha pasado página.
‘Mom’ habla de superación, mujeres que luchan por saltar obstáculos, que han tenido una vida difícil, aunque parezca que todo ha sido un camino de rosas, como en el caso de Jill, la millonaria que definitivamente ha recaído en el alcohol esta etapa. Jill encuentra consuelo en el vigilante de seguridad de su mansión, un tipo que a priori no encaja para nada con la pija de la cuadrilla, pero se complementan muy bien. Es una lástima que su relación no funcione, principalmente porque ella prefiere centrarse en sí misma y superar su adicción antes que meterse de lleno en una relación sentimental que probablemente le vaya a causar más quebraderos de cabeza. Confío en que los guionistas retomen esta historia de amor, Jill merece acabar bien, es mi preferida de las cinco protagonistas.
Es curioso que los seguidores de ‘Mom’ usemos a estas alturas el término “protagonistas” para referirnos a cualquiera de las cinco, o seis, amigas. Hace unos cuantos años que la comedia de CBS se ha convertido en una serie coral, en la que las tramas no solo giran en torno a la familia Plunkett. Sin embargo, las escenas de Bonnie y Christy siguen pareciéndome las más divertidas. ‘Mom’ ha ganado mucho con la ausencia de los hijos y el ex de Christy, aunque de vez en cuando sigan apareciendo en pantalla, pero de manera muy puntual, y para recordarnos lo horrible que era soportar a la hija mayor de la protagonista.
En la séptima temporada comprobaremos si realmente cambia en algo la vida de Bonnie y Adam, ahora que se han casado de manera improvisada, algo curioso si tenemos en cuenta que llevaban toda la temporada organizando, y aplazando, el enlace. La boda fue en una capilla de carretera después de un pique entre la pareja, algo que no sienta nada bien a las amigas e hija de la novia, y se ven obligados a repetir la ceremonia en el bar de Adam. Este local también ha tenido bastante protagonismo en la sexta tanda, y es curioso que el negocio del marido de Plunkett esté relacionado directamente con el alcohol.