Mantener el tipo durante 10 años no es fácil, sobre todo cuando se trata de una comedia familiar como ‘
Modern Family’.
La sitcom comenzó por todo lo alto, con tramas brillantes en cada capítulo y con los diálogos y movimientos de los personajes perfectamente hilados, para terminar siempre sorprendiendo al espectador con desenlaces originales y disparatados.
Hace años que ‘Modern Family’ no recupera aquella esencia, pero este año hemos podido ver grandes capítulos que recuerdan levemente a los inicios de la serie de ABC. Los Pritchett-Dunphy son sinónimo de garantía a la hora de pasar un buen rato, durante 20 minutos consiguen que te evadas de tus problemas o dejes de lado la cotidianidad, y después de más de 220 capítulos se pueden permitir algún que otro resbalón.
La décima etapa ha estado marcada, sobre todo en la segunda mitad, por el embarazo de Haley. La mayor de los Dunphy ha sorprendido a su familia, y a los espectadores, con esta buena noticia. El padre es Dylan, que estuvo ausente durante unos años, pero nunca ha dejado de estar presente en la vida de la familia protagonista. Hubiese preferido que Haley pasara de página y sentara cabeza con un tipo más cuerdo, aunque a veces más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer. La joven ha tenido mellizos, y va a ser gracioso ver cómo se desenvuelve como madre por partida doble, seguro que recurrirá a "la abuela", más de lo que Claire desea.
Luke ha madurado físicamente, pero sigue siendo el niño de siempre, ahora más ligón, comportándose incluso como un viejo verde. A mi no me gusta, y personalmente le mandaría a estudiar o a trabajar lejos, como hicieron con Alex, siendo un personaje mucho más jugoso, destacando este año sus puntos débiles y sus cuasi-depresiones.
En la casa de Cam y Mitchell todo sigue estable, con Lily entrando en la adolescencia, y con la pasividad de la niña por bandera. Nada que ver con el carácter de los padres, siempre compitiendo entre ellos, y nerviosos por cualquier situación que se salga de lo habitual. Las historias con la hermana de Cam ya quedaron en el olvido, incluso apenas se habla de la planta que tenían alquilada en su propia casa, y creo que gracias a eso han ganado en calidad. Ellos solo se bastan para levantar cada capítulo.
En la décima temporada, se rumorea de nuevo que la siguiente podría ser la última, Jay ha vuelto a sufrir unas cuantas crisis existenciales. Es un personaje que a medida que se hace mayor va perdiendo confianza en sí mismo, aunque se esfuerce en aparentar lo contrario, hasta es más flojo con Phil. Por orta parte, es divertido que sigamos aprendiendo nuevas cosas sobre el origen de Gloria, ahora volcada en la educación del pequeño Joe, que ha salido muy avispado, y aventaja a todos sus sobrinos, y a su hermano Manny, que le vemos sufrir en la season finale tras la petición fallida de matrimonio a su novia con la que no lleva más de un año.
El capítulo de los cumpleaños, con el que cierran la temporada, me parece de los mejores de los últimos años de la serie, aunque esta misma tanda ha sido superado por el de la improvisada boda de Haley y Dylan. Querían algo íntimo, y Claire movió cielo y tierra para reunir a toda la familia en este evento desastroso que no terminó siendo como ninguno de ellos esperaba. Deseo que en la 11ª temporada nos regalen más momentos como este, y que realmente sea la última tanda de episodios de ‘Modern Family’, que ya va siendo hora, y a este paso terminaremos viendo en a Universidad a los mellizos.