'Misfits' T2: aventuras y desventuras

Una vez terminada la segunda temporada de 'Misfits' se puede decir que la serie es única, puede recordar en ocasiones a otras series del momento (o del pasado), pero los personajes, las tramas episódicas y el lenguaje que se utiliza hacen de 'Misfits' una serie con personalidad; en definitiva, la serie de E4 ha creado marca, y eso no es algo sencillo hoy en día.

De todas formas, no se puede negar la evidencia, y he de reconocer que la segunda temporada de la serie ha sido bastante peor que la primera, donde todo era nuevo y quedaba mucho jugo por sacar. Con esto no quiero decir que la serie se haya quemado o que se encuentre sin rumbo, porque hasta ahora cada capítulo ha estado repleto de intriga, risas y misterio (exceptuando alguno que otro, pero pocos).

A lo largo de la última temporada los protagonistas han ido conociendo a diferentes personajes con poderes extraños y variopintos, desde un hombre-gorila hasta Nikki, la nueva novia de Curtis que se puede teletransportar, aunque no controle del todo bien su poder.

Algunos de los personajes que han aparecido en esta última tanda de capítulos me han llamado especialmente la atención. Ese es el caso, por ejemplo, de Tim, que percibe la vida y todo lo que le rodea como si fuera un videojuego de violencia extrema, al puro estilo 'Gran Theft Auto'. Por lo visto, tras la tormenta el joven piensa que está dentro del juego y debe superar varias fases, entre ellas acabar con los protagonistas de la serie o secuestrar a Kelly.

La joven barriobajera ha tenido mayor protagonismo en esta temporada, o eso me ha parecido a mi al menos. Kelly fue controlada por el tatuador malvado que quería vengarse de todos ellos, secuestrada por el anteriormente mencionado, tuvo su intento de idilio con Nathan (que afortunadamente no funcionó, aunque sigue habiendo cierto feeling entre ambos) y para colmo va y se enamora de un chico que se convierte en gorila, toda una historia.

Pero sí hablamos de protagonistas no podemos olvidar el papelón que ha tenido Iwan Rheon, actor que interpreta a Simon y que se ha superado a sí mismo de una temporada a otra. El que parecía que iba a ser el misterio de la segunda temporada (hablo de la identidad del salvador de los Misfits) se terminó desvelando en los primeros episodios. El Simon del futuro no tiene nada que ver con el del presente, son totalmente opuestos, y eso es algo que ha hecho que el personaje sea más atractivo aún, incluso enamorando a una Alisha en horas bajas.

La relación entre Alisha y Curtis llega a su fin en la segunda parte de la serie, algo que ha beneficiado a ambos, ya que han podido perfilarse mucho mejor sus personajes, aunque en el caso de Curtis sigue siendo el mismo aburrido de siempre. Aún así, me conmovió y me sorprendió la repentina muerte de Nikki, que yo la veía integrada en el grupo.

Respecto a Nathan, sigue siendo el personaje más carismático de la serie, y lo mejor de todo es que sus bromas de mal gusto y sus repetitivos chistes no cansan ni empalagan. Ahora que ha descubierto que su poder es la inmortalidad no ha dudado en jactarse de ello y aprovecharse de la situación. De todos modos, Nathan también ha tenido su momento de bajón en el segundo año, ya qu después de la muerte de su desconocido hermano al joven se le bajaron los humos.

Tras el final de la temporada no sabemos qué pasará con los inadaptados, vendieron sus poderes pero intentaron recuperarlos de nuevo, ¿con qué se encontrarán? Espero que los guionistas sepan renovarse, porque ver un año más a los cinco héroes con los mismos poderes y parecidas historias podría caer en la monotonía, y sería una pena perder el interés por una serie de estas características.