(Contiene spoilers hasta el capítulo 4x02)
La vuelta de '
Misfits' es una de las más temidas esta temporada, tras la
estampida marcha de prácticamente todo el elenco original de la serie,
'Misfits' se enfrente a cambios drásticos que le podrían costar la cancelación. Es una suerte poder hacer esta
review tras el visionado del segundo episodio, ya que mejoró con creces el primero de la temporada, ese que debemos tomárnoslo como un entrante, una introducción de los nuevos personajes y tramas.
Finn y Jess son los nuevos integrantes del servicio comunitario, aún desconocemos qué les trajo hasta aquí, pero poco a poco vamos viendo cuáles son sus puntos débiles y, lo más importante, sus poderes.
Finn ha protagonizado con acierto el segundo episodio de la nueva tanda de capítulos. Por lo visto, el joven no tiene muy desarrollado su poder, la telequinesis, aunque ya le ha sacado de algún que otro aprieto. La trama que protagonizó con Sadie (supuesto perro, más tarde descubrimos que es su novia, a la que tiene secuestrada) es una de las más sorprendetes que recuerdo, y ha traído parte de la esencia de '
Misfits', ahora que muchas de las esperanzas están perdidas.
El caso de Jess no es tan concreto como el de su compañero, parece que los guionistas han introducido a la joven para protagonizar algún que otro encuentro amoroso con el chico de turno, y todo apunta a que va a ser Finn el elegido. Las relaciones amorosas no son el fuerte de la dramedia, veremos si este año se les da mejor. Por el momento sabemos que Jess posee el don de ver a través de las paredes, una especie de Rayos X que no creo que le vaya a servir de mucho para hacer frente a los enemigos que irán surgiendo.
Curtis y Rudy completan el grupo de inadaptados sociales que tienen que seguir con las labores comunitarias, ¿cuándo darán el alta al atleta? Curtis sigue posicionándose como el personaje que menos aporta en el grupo, es el único que continúa desde el principio, pero eso no hace que se le tenga más aprecio que a otros como Rudy, que entró pisando fuerte la pasada temporada. El actor Joe Gilgun lo borda, mantiene el toque de humor negro que la serie siempre ha tenido, al principio con el añorado Nathan y ahora con los dos Rudys.
A quien se echará en falta este año es a Kelly, personaje mítico y muy querido, aunque es cierto que últimamente perdió gran parte de su personalidad, centrada en su relación con Seth. El chico que vende poderes está retirado, pero ha regresado a Londres para recoger las cosas que Kelly se dejó allí antes de embarcar en una nueva aventura en Uganda. Ahora la chica vive allí con su novio, desactivando minas y bombas, haciendo uso así de sus conocimientos amplificados en sistemas mecánicos, un poder al que tampoco se le pudo sacar mucho jugo el año pasado.
A Seth no le queda mucho, es probable que no vuelva a aparecer en el serial, en estos dos capítulos ha estado fuera de lugar y su único cometido ha sido quitar el poder a Sadie para así dejar vía libre a Jess con Finn. Sería interesante ver en un futuro alguna secuencia de Kelly con Seth en Uganda, aunque sea algo muy poco probable.
'
Misfits' fue todo un acierto en su primera temporada, supieron seguir la estela en la segunda parte, aunque para mi gusto hubieran más momentos aburridos, protagonizados siempre por la parejita de turno. En la tercera etapa cambiaron varias cosas y nos daban una de cal y otra de arena, pero siempre manteniendo el listón alto. Ahora la serie ha renovado su plantilla (casi) al completo, algo que cuesta asimilar pero que también es necesario.
No van mal encaminados con las incorporaciones de última hora y con los personajes secundarios o episódicos. El nuevo supervisor del grupo o la enigmática Lola pueden dar mucho juego en las futuras entregas.
De momento '
Misfits' se debate entre la parodia de sí misma,
enterrando a diestro y siniestro y cambiando poderes como cromos, y entre el gancho de sus personajes y tramas. A la espera de ver cómo avanza la nueva etapa de la ficción, por mi parte me quedo con la segunda opción.