Una vez más entramos en la recta final del año en buena compañía, los inadaptados sociales de '
Misfits' han vuelto, aunque en esta ocasión lo han hecho con algún cambio que otro, la mayoría de ellos arriesgados. La sonada marcha de Robert Seehan (Nathan en la serie) dejó a más de uno en estado de
shock, pero la vida sigue en el canal inglés E4, y por suerte
no se han rendido y han optado por hacer un lavado a la ficción sin perder su aroma.
Ha sido necesario ver el primer episodio de la tercera temporada de '
Misfits' para asimilar que Nathan no volverá a estar con los otros protagonistas de la serie.
Su sustituto no llega a la altura de Seehan, pero tampoco lo hace mal, puede ser que con el tiempo este fanático del sexo anal se convierta en un indispensable del serial. Concretamente, Joseph Gilgun es el encargado de dar vida a Rudy, el nuevo inadaptado que posee un poder de dudosa utilidad. Rudy tiene una especie de doble personalidad, pero esa bipolaridad es física, ya que el joven tiene la capacidad de dar vida a dos personas al mismo tiempo, como si tuviese un hermano gemelo, su antítesis, siendo el mórbido y astuto Rudy el que realmente se gana al público con sus ocurrencias, muy similares a las de Nathan Young.
En la temporada anterior quedó una trama en el aire, el cambio de poderes de los protagonistas. Se agradece que un cambio de aires tenga presencia en la comedia, además este hecho hace que la audiencia esté atenta a la revelación de los nuevos poderes. Como era de esperar, en el primer capítulo sólo han dado pistas, sin dejar ver claramente cual es la función de los poderes de cada uno de ellos.
Kelly posee una inteligencia asombrosa y es un as de la ciencia, nada que ver con la choni de las primeras temporadas, aunque no nos podemos engañar, su personalidad sigue siendo la misma, pese a que ahora parece que se está empezando a enamorar del vendedor de poderes, ¿será peligroso para Kelly?
Por otra parte, Curtis tiene la habilidad de convertirse en mujer, ya veremos de qué le sirve esto al atleta, si es que le sirve de algo. Su ex-novia, Alisha, puede meterse en la cabeza de otros, pero por lo visto simplemente ve lo que hacen o lo que piensan, hasta el momento no ha podido interferir en las acciones del afectado; todavía nos queda tela por cortar y es probable que ese poder vaya a más en los próximos episodios.
La actual pareja de Alisha, Simon, sigue igual de silencioso y misterioso que siempre, es más, a estas alturas no sabemos cuál es su nuevo poder. Simon continúa obsesionado con su alter ego e intenta emularle entrenándose para poder ser igual que su yo futuro. Tal vez esa obsesión se deba al miedo que tiene de perder a Alisha, la chica sueltecita que ha sentado cabeza con el personaje de Iwan Rheon. Además hay un pasado que Simon desconocía sobre su novia, la joven ha tenido un affaire con Rudy, no hay duda de que esto dará para largo en la actual temporada.
Por lo demás la serie sigue la misma tónica que los capítulos predecesores: un rival al que abatir, personajes episódicos con superpoderes extraños e incluso entierros secretos. Los protagonistas se han vuelto a vestir de naranja y para no perder la costumbre ya han enterrado dos cadáveres. A ver quien es el listo que se interpone en el camino de estos seres paranormales, es difícil acabar bien cuando te acercas a ellos.
En definitiva,
la marcha de Nathan se nota, pero con el primer episodio demuestran que Seehan no es tan imprescindible como parecía. Rudy ha sido un acierto, y aunque ahora mismo los espectadores estemos divididos yo creo que con el tiempo terminaremos aceptándole como uno más de los '
Misfits'. Del resto hay poco que decir, básicamente continúan en la misma línea en la que los dejamos, así que ahora solo queda sentarnos en el sofá y disfrutar de nuestros inadaptados sociales hasta que termine el año.