Miren y Bittori se hacen con la 'Patria'

Por fin hemos podido ver el resultado de 'Patria' en formato televisivo. Tenía muchas ganas de descubrir cómo llevaban del papel a la pantalla una historia tan compleja y con tantos tintes dramáticos y dolorosos como la que publicó en su día Fernando Aramburu. HBO España ha puesto toda la carne en el asador, usando incluso la táctica de Netflix a la hora de promocionar su serie estrella. Que no falte una buena polémica

Los dos primeros episodios han sido fieles al relato de Aramburu. Aitor Gabilondo es el creador de la serie de HBO, producida por Alea Media. El libro me mantuvo enganchado, mientras leía quería saber más sobre Bittori y Miren, que se comen con patatas al resto de personajes. Y es que son las verdaderas protagonistas, por encima del conflicto terrorista que envuelve y revuelve todas las tramas tratadas en la ficción.

No es un hecho real, pero podría serlo. Ni siquiera el pueblo en el que acontece la mayor parte de la historia existe, de hecho, ni lo nombran. Esto refleja de manera sutil lo que se vivió en las décadas de los 80 y 90 en el País Vasco. El silencio sobre ciertos temas, mirar hacia otro lado, en definitiva, intentar mantenerte al margen para no convertirte en un objetivo. Txato, la víctima mortal de esta historia, lo estaba haciendo así, hasta que ETA decidió que no estaba aportando lo suficiente, a pesar de no estar vinculado de manera directa con la banda.

Me gusta la dualidad de la serie, el enfoque de las dos familias que están sufriendo de diferente manera, representadas como no podía ser de otra manera por Bittori y Miren. Dos mujeres que fueron inseparables hasta que el hijo de una de ellas decidió pasar a ser parte de la banda terrorista. Se acabaron los chocolates con churros y los paseos por La Concha. Ya nada volvería a ser igual entre ellas.

Elena Irureta y Ane Gabarain son dos actrices de raza, ninguna otra podría meterse en la piel de estas señoras tan temperamentales. Cada una defiende lo suyo y a los suyos, a pesar de las consecuencias. El carácter agrio de Miren va in crescendo, amargando a su entorno, de lo que empieza a estar harta su hija Arantxa, a la que no le queda más remedio que permanecer cerca de su estricta amá. Bittori también es exigente con los suyos, de una forma más sibilina, hace oídos sordos a las recomendaciones de sus hijos y regresa al origen de sus problemas, con la necesidad de cerrar un capítulo que ha marcado su vida de manera terrible.

Los saltos en el tiempo son tan necesarios como elegantes. Las transiciones de las escenas, la atmósfera de las dos Euskal Herrias y la caracterización de los personajes están muy bien llevados. El "presente" se sitúa en el año 2011, cuando ETA anunció el cese definitivo de su actividad. Esto remueve a Bittori, que le hace tomar la decisión de viajar a su casa del pueblo, ante la atenta mirada de todos los habitantes, especialmente la de Miren. Además, Bittori tiene otra razón relacionada con su salud, y el tiempo juega en su contra.

Los ocho capítulos de 'Patria' prometen. Me han convencido en su forma de trasladar la historia a la televisión. Quizás no aporte nada nuevo, ya se han hecho muchas películas acerca de ETA y sus consecuencias, desde todos los ángulos. Sin embargo, 'Patria' llega en el momento perfecto a la televisión, cuando hay una generación que apenas ha conocido estas historias. No se me ocurre mejor manera de hacerlo que dando vida y poniendo cara a los grandes personajes de la obra de Aramburu.

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