'Masters of Sex', mucho más que la serie del año

El primer trimestre del curso ya ha pasado, y a lo que televisión se refiere la temporada se presenta más floja de lo habitual, aunque siempre hay alguna joya que destacar entre tanta novedad, en este caso la palma se la lleva 'Masters of Sex'. El nuevo drama de Showtime no es solo el mejor estreno del momento por descarte, la serie que narra las investigaciones sobre el sexo llevadas a cabo por el Doctor Masters y su más que ayudante Virginia Johnson son un descubrimiento digno de admiración.

En 'Masters of Sex' el dúo protagonista es exquisito, Lizzy Caplan lo borda en el papel de Virginia, una mujer adelantada a la época y con las ideas muy claras. No se queda atrás Michael Sheen, dando vida a un apático Doctor del que poco a poco conocemos más y le podemos llegar incluso a entender. La evolución de William Masters y su salida del cascarón no pasarán desapercibidas en las próximas entregas.

Es una suerte que a estos dos personajes les acompañe una amalgama de secundarios brillante, con historias interesantes. El matrimonio Scully es un buen ejemplo de ello, hasta mitad de temporada no nos adentramos en el drama de Barton y Margaret, y es en los últimos capítulos cuando la trama llega a su momento más álgido con el tema de la cura de la homosexualidad sobre la mesa.

El amor-odio personal que siento hacia Ethan Haas también juega a favor de la ficción, empezó como el típico conquistador insoportable y pedante que no asimila un fracaso, pero en este caso hace realidad el dicho "el que la sigue la consigue". Quizás guarde cierto rencor a este personaje porque no olvidaré el tortazo que dio a Virginia en el episodio piloto, puede ser que en la década de los 50 fuera algo habitual, pero me niego a ver a este hombre como un tipo adorable. En el lado opuesto está el ex marido de Virginia, al que nos dibujan como un jeta de mucho cuidado, como personaje me parece más atractivo que Haas, sin ir más lejos.

El drama que Masters tiene en casa no pasa desapercibido, su mujer, Libby, es un florero en toda regla, consiente demasiado a su marido, algo corriente si tenemos en cuenta la época en la que se basa esta historia semi-real. La obsesión de la rubia por el embarazo lleva hasta el abismo la relación con su marido, aunque realmente nunca ha sido un matrimonio del todo feliz, a pesar de los intentos de la pobre Libby.

En la segunda temporada de 'Masters of Sex' el matrimonio estará contra las cuerdas más que nunca, a juzgar por la escena final, todo apunta a que la relación entre William y Virginia será explotada. Esta temporada ha sido sobresaliente, pero mi nota final sería un notable alto por la rapidez con la que nos han encasquetado la chirriante historia de ¿amor? entre la pareja protagonista.

La estética de 'Masters of Sex' está cuidada al detalle, el elenco de actores no podría ser mejor y la manera en la que tratan los estudios relacionados con el sexo no permiten pestañear al espectador. El año que viene, el equipo de Masters lo va a tener complicado para continuar desarrollando sus peculiares inventos, pero seguro que pondrán toda la carne en el asador por la ciencia, y por la audiencia.

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