‘Marianne’ o cómo estropear una serie en ocho capítulos

La ficción francesa ‘Marianne’ se presentó en Netflix como una serie de terror oscura. Lo ha cumplido en sus ocho episodios, pero el interés ha ido decayendo a medida que avanzaban los capítulos. El primer contacto con el universo creado por Samuel Bodin fue magnifico, con una protagonista cercana y una historia con la que el público puede empatizar.

Sin embargo, lo mejor de los primeros episodios fue la propia Marianne. Se trata de un personaje de ficción creado por Emma, la protagonista. La escritora ha decidido cerrar la exitosa historia de Marianne con una trilogía, algo que se vuelve en contra de Emma, y es cuando Marianne aparece en escena, reencarnada en el cuerpo de la madre de una amiga de la infancia que vive en un pueblo de la periferia.

Emma viaja al lugar donde pasó sus primeros años de vida, al mismo sitio que no ha vuelto desde la adolescencia. Este viaje lo hace acompañada de su inseparable representante, y allí las dos descubren que el personaje de ficción se ha convertido en una realidad, y ha poseído a una mujer inocente, convirtiéndola en un monstruo.

‘Marianne’ deja de ser interesante cuando la villana sale del cuerpo de su primera víctima. La trama familiar de Emma me gusta, su ayudante Camille me parece super adorable y Mireille Herbstmeyer (la Señora Daugeron, mas conocida como Marianne) es un acierto al que bajo mi punto de vista no le sacan todo el partido posible. La serie pierde fuelle cuando Camille deja de aparecer, los padres de la protagonista desaparecen de escena y los amigos de Emma comienzan a convertirse en protagonistas de este despropósito.

El grupo de amigos de Emma en la adolescencia tenía cuentas pendientes con la joven escritora, pero son personajes sin sustancia. Puede que el último capítulo recupere algo de la esencia que se dejaron por el camino en el nudo de la serie, pero eso no es suficiente para salvar los muebles. ‘Marianne’ suspende por lo mal ejecutado que está el desarrollo y por dejar que grandes personajes se queden en el banquillo, mientras que otros que no lo merecen ascienden.

Desconozco si habrá segunda temporada, pero yo no estaré ahí para verla. No deja de ser ciencia ficción, pero creo que los guionistas se podrían haber currado mejor la historia, o al menos la manera de derrotar a Marianne y la razón por la que un personaje ficticio cobra vida y posee cuerpos como si no hubiera un mañana. Apuntaba maneras como la revolución de la temporada, pero se ha quedado en nada, en una serie fácil de olvidar, con una protagonista mal aprovechada (eso no es culpa de Victoire Du Bois) y una trama que hace aguas.

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