Dentro de las comedias que se emiten actualmente, '
Fuller House' no es de las más originales, ni siquiera de las mejores, pero ha revivido un tipo de televisión que está desaparecido desde hace años, para bien o para mal.
Los que disfrutamos en la década de los 90 con 'Padres Forzosos' hemos sido obsequiados con esta continuación 20 años después, y puede que pronto llegue a su fin.
Netflix no se ha pronunciado acerca de la renovación de '
Madres Forzosas', pero antes del estreno de la cuarta temporada ya se especulaba con que sería la última, y no habría quinta tanda de capítulos de la serie basada en San Francisco. En estos años nos hemos acostumbrado a las previsibles tramas de las tres protagonistas, y
hemos conocido a otros personajes que han ido gustando más a medida que avanzaba la comedia.
Juan Pablo di Pace podría haber sido la revelación de 'Madres Forzosas', sus pequeñas apariciones en casa de los Fuller-Tanner han sido siempre divertidas, siendo el incordio de la familia, como lo fue en su día Kimmy. Entre los pequeños, Max ha destacado por encima del resto, aunque esta temporada le he visto más apagado, y me ha sorprendido gratamente Soni Nicole Bringas, la joven actriz que da vida a Ramona, la hija de Kimmy y Fernando. Incluso Jackson ha encontrado su sitio, como el hermano mayor al que todo le sale mal, aunque no pierde la sonrisa.
Por el contrario, no me termino de acostumbrar al hermano de Kimmy y novio de Stephanie. Jimmy Gibler ha sido el principal error de la nueva etapa de la serie, además no me pega en absoluto que esté con una chica temperamental como Steph. La trama del bebé de la pareja que lleva Kimmy en su vientre me ha recordado inevitablemente a aquella historia de 'Friends' en la que Phoebe está embarazada de los bebés de su hermano. Afortunadamente sale poco, pero Jimmy no me ha terminado de convencer. También prefería a Matt antes que a Steve, pero ninguno de los dos me gusta especialmente, DJ estaría mejor sola.
La insistencia de los "padres forzosos"
De acuerdo, David, Jessi y Joey fueron icónicos, gracias a ellos hoy existe 'Fuller House', pero llegados a la cuarta temporada no creo que sea necesario que aparezcan en la comedia cada dos por tres. Becky también se está sumando al carro demasiado a menudo, sin aportar ni una pizca de humor. La nostalgia es una baza importante en 'Madres Forzosas', y probablemente sobrevivan gracias a ella, pero siento que la incursión de los personajes del pasado entorpecen la evolución de las protagonistas actuales.
Me parece estupendo que hagan cameos, pero tal vez se pasen si en casi cada capítulo aparece una de las viejas glorias. Por no decir que sus tramas suelen ser facilonas y de relleno total, también para lucimiento de los propios actores, concretamente de John Stamos que parece que está inmerso en una constante crisis de los 40 años, cuando ya debe estar cerca de los 60.
Me gusta ese punto nostálgico del que se aprovecha 'Madres Forzosas', además saben recurrir a él de forma solvente, y en repetidas ocasiones por capítulo. Mezclan de maravilla la fórmula de las comedias de los 90 con estocadas actuales que mantienen fresca la serie. No tiene regusto a estar caducada, los capítulos pasan rápido y son divertidos, a veces. Me gusta que se sepan reír de ellos mismos, y usen la ironía con frecuencia, algo que aparentemente no pega nada dentro de este tipo de ficciones, pero no es tan cándida como parece.
Me gustaría que nos concedieran un último deseo a los seguidores de 'Fuller House', una quinta y última temporada. El final de la cuarta no ha sabido a despedida definitiva, aunque ha sido emotivo ver el ultimo abrazo en grupo con el bebé de Steph en brazos. Es necesario resolver esa tensión entre Ramona y Jackson, que probablemente acaben juntos, o que DJ supere de una vez a Matt, siempre unida a él, y a Steve, por el destino. Solo una temporada más.