'Luther' confirma que no sabe vivir sin Alice Morgan

Estas Navidades la televisión nos ha regalado una nueva y efímera temporada de 'Luther'. Dos años y medio después de que terminara la tercera, y presumiblemente última, temporada de la ficción británica, BBC One nos ha sorprendido con dos entregas inéditas de la serie policiaca.

'Luther' nos presenta dos tramas paralelas a lo largo de la cuarta etapa, una de ellas está relacionada con un sádico asesino en serie que se come los órganos de sus víctimas. Este es el caso policial en el que John Luther cada vez se va introduciendo más, hasta entrar de lleno e implicarse como nos tiene acostumbrados. El asesino en serie protagonista de los últimos episodios es un ser inquietante, cada movimiento de este personaje deja a la audiencia expectante.

La serie no pierde el toque de terror psicológico que tantas veces ha aprovechado en sus anteriores pases. Sin embargo, en esta trama vuelve a fallar el desenlace, algo que no es la primera vez que ocurre en 'Luther'. Después de tanta intriga y de vendernos al antagonista de este año como un hueso duro de roer, llega la nueva compañera del famoso detective y lo aniquila con una serie de disparos, sin dejar que el asesino tenga su minuto de gloria, o explique el origen de su locura.

Con este final da la sensación de que han cerrado la trama deprisa y corriendo, dejando parte del argumento de la mano de la improvisación. Ni siquiera nos han dejado para los últimos minutos una charla de Luther con el asesino, o con la nueva agente que sin dudarlo ha disparado a bocajarro a ese espeluznante personaje.

Ruth Wilson hizo un trabajo espectacular en los primeros capítulos de 'Luther', tanto es así que han intentado aprovechar su presencia en prácticamente todas las temporadas, aunque fuera como estrella invitada. En esta cuarta etapa, Wilson no ha podido, o no ha querido, acercarse a Londres, está rodando 'The Affair', serie a la que no le va nada mal.

No obstante, los guionistas no superan la marcha de la actriz, o simplemente están obsesionados con Alice Morgan. Coincido en que es un personaje diez, pero hay que saber racionar el éxito, y siendo estos unos guionistas como la copa de un pino, deberían caer en la cuenta de que el tren llamado Alice Morgan ya ha pasado, y no va a volver.

La serie no quiere aceptar la marcha del personaje, y eso es un fallo gordo, porque no tiene sentido seguir dándole vueltas al asunto cuando la actriz ni siquiera apareció en la primera temporada al completo, aunque feura un importante secundario. Morgan es de los personajes más atractivos e inquietantes de los últimos años en la pequeña pantalla, pero tienen a un gigante como protagonista, en todos los sentidos, Idris Elba lo hace de maravilla, y en vez de aprovechar su tirón, prefieren estancarle en el pensamiento hacia Alice.

Me ha sobrado la trama en la que Luther investiga la muerte de la joven. Está bien como mención especial, para saber cuál es el paradero de la otra mitad de John, pero se han perdido con tantas pistas y detalles que no nos han conducido a nada. Si al menos al final hubiera aparecido la actriz, aunque sea desde la otra punta del mundo viva y coleando haciendo de las suyas, podría decir que ha merecido la pena, pero ni eso.

La forma de hacer televisión del equipo de 'Luther' es brillante. Juegan con la mente del espectador y nos trasladan a espacios grises y oscuros que se convierten en nuestra pesadilla, haciendo que nos sintamos como en esos callejones que recorre el protagonista. Dos capítulos saben a poco, podrían haber hecho mucho más, y las expectativas eran tan altas que da la sensación de que nos han dejado a medias.

Espero que no tarden tanto en regresar, y si Alice Morgan vuelve a ser protagonista de alguna trama que sea con la participación de Ruth Wilson, sino que pasen página y aprendan a disfrutar de Idrid Elba, que con él ya basta.

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