Los 10 concursantes de 'Gran Hermano' más difíciles de olvidar

La fiebre de 'Gran Hermano' ya se ha extendido entre los seguidores del formato en España, y a la espera de descubrir cómo son los nuevos habitantes de Guadalix, vamos a seguir con una de estas listas que tanto nos gustan, y en la que también podréis participar expresando vuestra opinión en los comentarios de abajo.

Anteriormente hablamos de los concursantes más muebles de la casa, ahora es el turno de hablar de los que más polémica han generado a lo largo de las 14 ediciones que se han emitido, teniendo en cuenta su paso por el concurso, obviando así los desencuentros o tertulias en los que han participado una vez fuera de 'Gran Hermano'.

Fue la primera mala oficial del programa, todos recordamos su "jódete, jódete", que tan mal sentó entre la audiencia, sobre todo entre los fans de Silvia e Israel. A Vanesa no le importaron en ningún momento las cámaras, actuó tal y como es, y al ser la primera persona que lo hacía en la historia de 'Gran Hermano', la repercusión fue tal que se encontró dificultades para continuar con su vida una vez fuera. Además, su relación sentimental con Nacho fue de las más sanas y naturales que se han generado en la casa.

La repercusión de este concursante fue más allá todavía, en el Parlamento llegaron a debatir sobre si era necesario mantener a Carlos Navarro en el concurso. Finalmente el de Hospitalet pagó caro su mal humor y su forma de expresarse, algo con lo que desde fuera ha ganado puntos. Las yoyas, la lata que dio con el Cola Cao o su intensa relación con Fayna son cosas que no pasaron inadvertidas, y se siguen recordando.

En 'Gran Hermano 3' la casa se dividió en dos bandos muy diferenciados, la superpandi estaba liderada por Raquel Morillas, una mujer con carácter y con el ego algo subido. Su odio hacia Patricia hizo historia, y desde el plató, cerca de Pepe Navarro, vio cómo sus aliados iban abandonando la casa uno a uno. Se enamoró de Noemí y dio calabazas a Elba, ¿qué más se puede pedir?

No hace falta decir mucho para saber que es una de las concursantes más potentes de 'Gran Hermano', su paso por la casa fue breve pero arrollador. Discutió con prácticamente todos sus compañeros, habló con Dios, se refería a ella misma en tercera persona, y lo que es peor, hizo buenas migas con Fresita. El colmo fue tirarle un vaso de agua a la cara a Carla, ¡y no la expulsaron!

Fue el primer concursante transexual en 'Gran Hermano', pero no pasará a la historia solo por eso. "Los papeles de la paella" y sus discusiones constantes con Salva, Bea, Eloísa, Juanjo y un largo etcétera están relacionados con este concursante intenso y temido. Dio mucho juego en su edición, y supo aprovechar el tirón de la transexualidad para ir contándoselo a quién creía conveniente y en el momento que creyera más oportuno.

Pepe tenía ganado 'Gran Hermano 7' desde el momento en el que entró, y reconozco que a mí nunca me ha gustado, pero cambió el concepto de concursante. Hasta ahora todos iban a vivir la experiencia y estaba mal visto hacer estrategias, pero Pepe Herrero decidió hacer cómplice de su juego a la audiencia, que le fue fiel hasta el último momento. El resto de habitantes cayeron en su juego, una lástima que no diera con la horma de su zapato, como le pasó en 'El Reencuentro' con la gran Ainhoa.

Sin pelos en la lengua, desatada y alocada, así se mostró Amor en su primera semana en la casa, y así se ha mostrado hasta hoy. Su repesca también dio que hablar, además era algo novedoso para todos, pero Amor no aguantó la presión y decidió abandonar antes que decir ciertas cosas a algunos de sus compañeros. Es impulsiva, y eso gusta en 'Gran Hermano'; además, aquel coqueteo con Piero sigue siendo tema de debate.

Su entrada tímida no presagiaba que se terminaría convirtiendo en la protagonista absoluta de esta edición, para bien o para mal. Indhira cada vez estaba más crecida, pero por suerte siempre tenía detractores a su alrededor, aunque a ella le importaba más bien poco mientras tuviese cerca a el mango de Arturo para aferrarse. Hasta él le falló, convirtiéndose en víctima, y poco después en verdugo tras tirar una copa de agua a Carol en la cara, aquí sí que decidieron que debía salir. Menos mal, sino ganaba...

Los lapsus de maldad y las "mentiras piadosas" de Noemí fueron de lo mejor de esta edición. Vivía el momento, sin pararse a pensar que todo lo que hacía y decía era grabado por las cámaras, interpretó a un personaje posesivo y falso, que gustó desde fuera, pero que decepcionaba a sus compañeros a medida que abandonaban la casa, principalmente a su gran aliado, el pobre Aless, víctima en esta edición. Ojalá este año haya alguien que lo dé todo como hizo ella en su día, con ducha en pelota picada incluida.

El vasco tuvo la ocasión de jugar en dos ocasiones, y cada vez usó las cartas de una manera. Fue en la segunda oportunidad cuando Igor brilló, aniquilando a sus enemigos uno a uno y cumpliendo con sus objetivos. Sirvió de apoyo a Susana sin ella saberlo, y desenmascaró a la cuadrilla que se veía como dueña de Guadalix. Una pena que nos privaran de la presencia de Argi, hubiesen formado un buen tándem. Mención especial a sus despertares...

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