Lo inverosímil de 'Girls'

No negaré que Lena Dunham haya tenido un par de ovarios para ser capaz de mostrar en pantalla durante tres temporadas una serie que no ha estado exenta de polémica. Además, la actriz, guionista, productora y directora ha conseguido colarnos un esperpento de historias cruzadas durante tres años sin despeinarse en el intento y saliendo airosa de todas las críticas, que no han hundido a la joven, sino todo lo contrario, cada puñal recibido por la crítica fortalece a Dunham.

El problema llega cuando la serie no da más de sí, o cuando algunos nos cansamos de dar vueltas sobre lo mismo, cuatro personajes femeninos que se encuentran en situaciones absurdas y que difícilmente nos podemos identificar con ellas y sus mundos divinos, a la vez que excéntricos.

En la tercera etapa de 'Girls' los chicos han tenido más peso que en anteriores ocasiones, especialmente Adam y Ray. Respecto al primero, siempre ha estado bien como secundario, apareciendo cada equis tiempo para desmoronar un poquito más si cabe el entorno de Hannah, este año, a mi parecer, han metido la pata dando un protagonismo anodino al chaval. Adam ahora quiere ser actor, y nos hacen presenciar los pinitos del chico y la reacción de Hannah ante el nuevo proyecto de su novio. Un tostón.

Por otra parte, Ray nunca ha sido santo de mi devoción, esperaba que se tratara de un personaje irregular que apareciera tan solo en la primera temporada, pero este año ha estado más presente que alguna de nuestras chicas (Jessa, sin ir más lejos). Ahora, el eterno fracasado se ha liado con la tía más buena de la cuadrilla, y encima sigue teniendo a Shoshanna comiendo de su mano, ¿quién se lo cree?

Curiosamente a quien más hecho de menos es a Charlie (Christopher Abbot), un personaje que tenía potencial, pero el ego de Dunham lo ha echado a perder. Una pena.

Como he mencionado en otro párrafp, Jessa ha sido la gran ausente de la temporada, y eso que cuando entra en escena se come el plano con cualquier frase o gesto. Jemima Kirke me sigue pareciendo la más fuerte del elenco, aunque su presencia mengüe de año en año, ¿será la siguiente víctima de Lena Dunham?

Por su parte, Marnie y Shoshanna son las que más han evolucionado dentro del cuarteto de amigas. La segunda ha dado un paso gigante hacia adelante, se ha despojado de los prejuicios y ahora disfruta más que ninguna de sus compañeras, ¿quién lo iba a decir? Gracias a la tercera temporada hemos podido conocer a una Shoshanna más divertida. Marnie, en cambio, sigue cargando la pesada cruz de su relación con Charlie, no ha superado la ruptura y se arrima al primero que pase, la idílica vida de Marnie se está convirtiendo en un desastre, un caos que la pija no asimila.

Y llegamos a Hannah, la protagonista indiscutible que aparece casi en cada plano de 'Girls', a pesar de contar lo mismo que en temporadas anteriores. En estos momentos escala puestos entre la élite, centrada en su trabajo, recordando una vez más a los aburridos escritos de Carrie Bradshaw en 'Sexo en Nueva York'.

La pesada Dunham, y su personaje, hacen que me plantee seguir viendo 'Girls' el año que viene, sus historias me dejaron de interesar hace tiempo, sus protagonistas se dirigen a ninguna parte, dejando su destino en manos de una caótica y estrafalaria Lena Dunham.

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