Hace casi dos semanas que
Raquel fue rescatada por el público para volver a participar en '
Gran Hermano' como concursante de pleno derecho. La vuelta de la extremeña a la casa ha estado rodeada de polémica, sobre todo los primeros días, en los que la concursante ha discutido acaloradamente con Marta, ha pedido, y disfrutado, una hora sin cámaras con Suso, y ha puesto verde a Sofía para después disculparse con ella e intentar empezar de cero.
Visto así, Raquel es una concursante de las que nos gustan en '
Gran Hermano',
todo lo que hace está mirado con lupa, y ella sola se ha puesto en el disparadero con sus contradicciones y actitudes bipolares. A mí me gustaría que siguiera en la casa, a pesar de pensar que está jugando muy mal sus cartas, si es que su objetivo es ganar o aguantar en la casa el máximo tiempo posible. Su relación con Suso no hay quien se la crea, y está potenciándola a toda costa. Es una lástima que la expulsión de Amanda no le haya servido como toque de atención, porque Raquel sigue repitiendo que tiene mucho apoyo fuera.
No es fácil regresar a la casa con información del exterior y saber canalizarla sin explotar o haciendo ver que lo que sabes de fuera no te repercute. Los repescado juegan con una clara ventaja, pero deben saber manejarla, y son varios los concursantes en la historia del reality-show que no han acertado a la hora de jugar sus cartas, he aquí algunos ejemplos.
Amor (GH 9)
Fue la primera expulsada en su edición, y a su vez se convirtió no sólo en la primera repescada de la historia del formato en España, sino que también fue medio expulsada por la organización. Al programa no le hizo falta anunciar a Amor que estaba fuera por irse de la lengua o por sus comentarios racistas, la propia concursante se dio cuenta de que la situación pudo con ella y decidió abandonar por la puerta de atrás. Dejando de lado a los espectadores que la apoyaron a la hora de regresar a Guadalix.
Amor tuvo un objetivo muy claro, desenmascarar a Ángela, algo que no solo no consiguió, sino que se volvió en su contra. También estaba empeñada en hacer ver que Andalá era homófobo, pinchándole hasta el extremo, con comentarios y gestos de mal gusto. De todos modos, recordamos a Amor como una concursante divertida y sin medias tintas, eso hace que no veamos con malos ojos su espantada del reality tras las nominaciones en las que salió claramente afectada.
Ana Toro (GH 10)
En este caso sí fue el propio programa el que tuvo que tomar medidas, expulsando disciplinariamente a la inquilina. Ana era una mujer alocada, y se caracterizaba por decir lo que pensaba sin pasar por ningún tipo de filtro, tal vez por eso la audiencia quería verla en acción, y fue el azar el que determinó que finalmente ella fuera la elegida.
Cometió otro error de repescada, ir con un guión o un objetivo marcado. En su caso el objetivo fue Iván Madrazo, querido por muchos y odiado por tantos otros. Ana, en lugar de desenmascarar al concursante, se limitó a provocar discusiones absurdas en las que no tardaba en salir como perdedora. Y además largó mucha información del exterior, razón por la que el Súper le comunicó que debía abandonar la casa, sin dar la oportunidad al público de expulsarla por segunda vez.
Siscu (GH 11) o Rubén (GH 12)
En ambas ediciones la repesca fue multitudinaria, ya que entró a la casa más de un concursante. La vuelta de Siscu fue la menos necesaria, y a su vez la más injusta, ya que Nagore se había quedado a las puertas de regresar, tanto en la elección del público, que prefirió a una Carol que al menos nos trajo con ella la expulsión de Indhira; y también fue segunda en la decisión de los concursantes que seguían en el juego, que optaron por Pilarita, por ser hija de una compañera, antes que por Nagore, a la que sí apoyaron unos cuantos, pero no los suficientes. Siscu fue elegido por los candidatos a la repesca, y no aportó nada, se fue tal como vino.
Con Rubén pasó algo parecido, entró en la repesca junto a Yago, y mientras que el gallego siguió con su juego de chico frío y calculador, Rubén no hizo más que ver la vida pasar. A estas alturas no hace falta decir que Chari hubiera sido mucho más entretenida, por mucho que saque de quicio a gran parte de la audiencia, pero yo lo que no soporto es un concursante tibio, aburrido y sin nada que ofrecer. Rubén sin Chari fue un error.
Y puestos a hacer repescas plurales, podrían haberla hecho este año, metiendo en la casa tanto a Raquel como a Maite, los vídeos estarían asegurados, y así no tendrían que monopolizar las galas los cuchicheos de Suso-Raquel o los arrumacos XXX de Han-Aritz.