Las 11 series internacionales de mi historia

Con motivo de la entrada número 1000 del blog Dale al Stop en Fórmula TV, he decidido dedicar este artículo a las once series internacionales que más me han gustado de todos los tiempos. No ha sido fácil quedarme solo con unas pocas ficciones de todas las que he visto hasta el momento, y prácticamente sobre todas ellas he escrito a lo largo de las mil entradas del blog.

Dejo fuera de esta lista personal a las miniseries y, por supuesto, también a las series que no he visto o no he terminado de ver por pereza. La selección de ficciones nacionales la dejo para otro momento, y que quede claro que el orden es puro azar, sería muy cruel para mí tener que ordenarlas de mejor a peor.

Puede que últimamente haya descubierto comedias más transgresoras y rompedoras que la mítica 'Friends', pero no podía faltar en esta lista porque es una de las que más me han marcado. Además, no me canso de ver una y otra vez los mismos episodios, aunque sepa lo que van a decir en cada momento. Me sigo riendo, y hacen que me sienta como uno más de la cuadrilla del Central Perk.

Otra de las que han marcado mi vena seriéfila. Fue la primera a la que me enganché realmente, en masyúsculas. El camino fue intenso y completamente entretenido; sin embargo, el final decepcionó a muchos, entre los que me encuentro. Por todo lo que generó en su momento, y los buenos recuerdos que tengo, maquinando hipótesis acerca del porqué de la isla y de cada personaje. Aunque solo sea por eso, merece una mención.

Sus comienzos me fascinaron, y a pesar de que las últimas entregas en Netflix ya no guarden el factor sorpresa del inicio, sigue siendo una cita obligada cada vez que deciden estrenar un nuevo capítulo de la saga. Rompió con todos los esquemas en su día, y algunas han intentado seguir sus pasos, aunque no han logrado hacerlo con tan buen gusto como el puñado de episodios brillantes que tiene ‘Black Mirror’. Si hay una serie que te hace pensar hacia donde se dirige la sociedad, es esta.

No suele estar en las quinielas de “Mejor serie”, pero en la mía no podía faltar. Fue mi serie favorita durante unos años, y la culpa es principalmente de Mary-Louise Parker, o de Nancy Botwin mejor dicho. Tal y como ocurre en la mayoría de las ficciones, con el tiempo se fueron alejando de los maravillosos primeros capítulos, pero nunca dejaban de sorprender. Puede que sea la comedia con los cliffhanger más apetecibles de la historia. Ya estoy ansioso por su regreso, aunque no hace ni ocho años que se despidieron.

La directora y creadora Jenji Kohan vuelve a aparecer en esta lista personal, encadenó el éxito de ‘Weeds’ con el de ‘Orange is the New Black’. Una serie coral con personajes jugosos con una personalidad arrolladora. Nadó durante siete temporadas entre la comedia más vanguardista y el drama más honesto. Pese a empezar como una historia basada en un hecho real, personalmente me ganó por sus situaciones surrealistas y sus personajes histriónicos.

Un elenco potente, con unas historias capaces de engancharte cada temporada, aunque siguieran siempre el mismo patrón. No intentaban engañar a nadie, la fórmula funcionó en sus primeros años y decidieron continuar con la misma cantinela. Tal vez por eso la audiencia fue decayendo, pero el interés por las tramas y los secretos de las señoras de Wisteria Lane se mantuvieron en alto, con miles de desgracias a sus espaldas.

Podría meter en este apartado la serie original (UK) o la que sigue en emisión (USA), pero he de decir que la copia ha superado con creces a la original. Los inicios fueron igual de buenos, aunque el clan de Chicago se ha mantenido en mejor forma, y siguen en ello. Usar la manida expresión “familia disfuncional” cuando se habla de una serie o película ha quedado en nada desde que estrenaron esta brillante comedia dramática.

Un fanático del thriller como yo tenía que añadir en esta lista una serie policiaca, la mejor que se ha hecho en Europa. Otros países y cadenas no tardaron en emular la famosa historia del puente que une Dinamarca y Suecia. Sofia Helin es toda una diva sin pretenderlo, un portento de actriz que está muy bien aprovechada en las cuatro redondas temporadas de ‘El Puente’.

Inolvidable e inimitable la historia de Walter White. AMC nos regaló este drama para degustar a un ritmo pausado, aun así nunca chocó con lo trepidante de sus tramas. El protagonista lo es todo en la serie, pero los satélites que le rodean van cogiendo peso y tomando forma, convirtiéndose finalmente en imprescindibles de ‘Breaking Bad’. Siempre en tensión, sudando para que White no fuera descubierto, un bueno que cada vez se fue haciendo más malo. Nosotros de testigo, saboreando su evolución.

Es una de las series que me ha ido ganando a paso lento, sin grandes explosiones en su argumento. ‘Six Feet Under’ te traslada al negocio de la familia Fisher, y cuando todo acaba sientes un gran vacío. El recorrido de las cinco temporadas, cada una mejor que la anterior, es reseñable, pero me quedo con el epílogo, esos últimos minutos con la canción ‘Breathe’ de Sia son me atrevo a decirlo los mejores de la televisión.

Serie rara donde las haya, pero es que a mí siempre me ha gustado que me sorprendan, aunque llegue un punto en el que no consiga entender nada y me enfade con David Lynch, y con todo lo que le rodea. Pocas series han creado un Universo tan amplio con personajes tan variopintos. La horrible continuación en Showtime fue un insulto, pero oigo hablar de un posible regreso y en el fondo sé que terminaré cayendo en las redes de Lynch, el Doctor Cooper y el fantasma sempiterno de Laura Palmer.

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