'La Verdad', producto a punto de caducar en los cajones de Telecinco

¡Por fin! Esta vez sí, Telecinco ha estrenado 'La Verdad' después de medio año anunciándola, y casi dos desde que la terminaran de grabar. La serie protagonizada por Lydia Bosch está compuesta por 16 episodios, por lo que es casi seguro que habrá un alto en el camino, ya que en unas pocas semanas nos colamos en la época estival, y dudo que Mediaset quiera emitir la que supuestamente es su serie estrella y única en pleno verano, cuando menos consumo televisivo hay.

El piloto de 'La Verdad' se me pasó volando, puede que ayudara el hecho de apenas emitir cortes publicitarios, y muy breves. También hay que agradecer que terminara al filo de la medianoche, aunque tuviéramos que esperar hasta las 22:40 para ver el comienzo de la prometedora ficción. Al menos fueron puntuales, tanto en el inicio como en el final, sería una alegría que respetaran los horarios en futuras emisiones, o puestos a rogar que empiece a una hora más decente, aunque eso ya es como pedir peras al olmo.

La historia que nos cuentan en 'La Verdad' nos puede parecer familiar, y es que series internacionales como 'El Secreto de Adam' o 'Thirteen' tienen una premisa similar. Un menor desaparece hace años, y vuelve después de un periodo largo levantando sospechas sobre su identidad. Incluso en la propia Telecinco vimos algo que se asemejaba a esta trama hace apenas un año, en 'Sé Quién Eres', el último thriller de la cadena.

Es por eso por lo que creo que 'La Verdad' no llega en el momento apropiado, y el objetivo no debería haber sido alargar su inicio, sino haberlo estrenado hace ya un par de años, o incluso antes. Es una historia manida de la que queda por conocer el desarrollo, pero a priori no narra nada nuevo, y están muy recientes las series parecidas a esta, por lo que a muchos no nos sorprende el arranque de anoche.

A pesar de su simpleza, la serie atrae, mantiene la intriga durante la primera hora. Todo lo que rodea a Paula García está envuelto de un misterio que engancha, con personajes que ya se han prestado a la presentación, y ahora falta por ver cómo se desenvuelven ante diferentes sucesos que vayan aconteciendo. Como cabe esperar, cada uno de ellos tendrá sus secretos, y "su verdad". Estoy seguro de que los giros locos están garantizados, y eso me gusta.

Puede que de cara a la promoción, y por su dilatada carrera en televisión, Lydia Bosch sea nombrada como la protagonista de 'La Verdad', pero a juzgar por el primer episodio, me atrevo a adelantar que Elena Rivera será la protagonista absoluta y sorpresa mayúscula de este drama. La joven actriz se come la pantalla, y ya hemos visto diferentes caras de Paula García en un solo capítulo, todas ellas logradas, y gracias a Rivera.

Ella es la clave de 'La Verdad', aporta frescura y se distancia de otros protagonistas adolescentes desaparecidos, Paula tiene mucho que contar. Es un personaje perturbador, tan pronto enseña la pantorrilla a un agente de policía, como besa sensualmente en los labios a su presunto hermano. Todo apunta a que esta chica se ha obsesionado con el caso de Paula García y ha decidido usurpar su identidad para librarse de su pasado y asegurar su futuro.

Lo bueno de esta serie es que se presta a las cábalas y suposiciones desde el primer minuto, y eso permite participar al espectador. Además, las escenas están acompañadas de un paisaje precioso, con acantilados de vértigo o playas de postal como fondo. 'La Verdad' se rodó en Cantabria, y es de agradecer que las series españolas se vayan arriesgando a salir de la zona de confort en la capital y prueben otros escenarios.

Lástima que en estos dos años, desde que fue rodada, haya habido varios avances en el resto de ficciones nacionales en cuanto a la factura técnica, y esto haya hecho que 'La Verdad' se haya quedado un poco atrás en este aspecto, con una imagen algo pobre y la pesadez de la música acompañando cada escena de la serie, dificultando que podamos entender con claridad las conversaciones de los personajes. En España eso siempre ha sido una cuenta pendiente, pues con la banda sonora sonando sin parar todavía más.

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