La super-evolución de 'Orphan Black'

Tatiana Maslany. Podría bastar con eso para describir lo fabulosa que es 'Orphan Black', pero la serie de BBC America va más allá, por mucho que la actriz protagonista eclipse a la ficción en su totalidad, la premisa de la misma y el resto del reparto han demostrado este segundo año que también son geniales.

Los clones de la Maslany están bien estructurados, dirigidos e interpretados, en muchos otros proyectos de la pequeña pantalla deberían estar cogiendo apuntes cada vez que ven una escena de 'Orphan Black', aunque solo sea por lo bien construido que está cada personaje. A ello ayuda la protagonista, la canadiense Tatiana Maslany ya sorprendió en 2013, pero a pesar de ponerse el listón alto a sí misma, la actriz ha superado nuevos retos.

En una de las últimas escenas los guionistas subrayan cuál es la situación actual de los clones con un baile original que seguro ha tenido detrás un porrón de horas de montaje y rodaje. En el apartamento de Sarah se unen la anfitriona, Alison, Cosima y Helena, las cuatro "hermanas" (sistras) que mejor han conectado, pese a sus evidentes diferencias. Y es que este cuarteto mantiene viva la serie, a excepción de Cosima que es bastante aburrida para mi gusto, al menos nos hemos quitado del medio a la insustancial Delphine.

La acción es uno de los pilares de 'Orphan Black', y los responsables de la serie han regresado con los deberes bien hechos, ya que en cada capítulo no ha faltado la tensión y las persecuciones. Sarah ha continuado huyendo de todo el que se le acerca, incluso ahora también de la Señora S., tan ambigua como solo ella puede ser. Pero no solo ha hecho enemigos, Sarah se ha ido acercando al agente Art, que puede ser bueno tenerle de su lado.

Además, la protagonista se ha reencontrado con Cal, el padre de Kira, la chispa entre los padres de la pequeña se ha vuelto a encender, pero en esta serie es complicado fiarse de alguien, de momento tengo mis reservas hacia el guaperas de Cal. Y siguiendo con Kira, la niña se ha convertido en el objetivo de todas las misiones, ser hija de un clon es la cruz que le ha caído, y este año la hemos visto más madura y avispada que el anterior.

También aparece una tal Marion Bowles (Michelle Forbes) detrás de la DYAD, de la cual no estamos seguros si se trata de algo bueno o malo para nuestras clones. Por el momento sabemos que Marion tiene una hija adoptada, que es nada más y nada menos que una Sarah Manning en miniatura, un nuevo clon que se suma a la lista.

Hasta ahora 'Orphan Black' ha ido por buen camino, pero a partir de la tercera temporada puede que se tuerza todo, el lío que tienen montado los guionistas es complicado, y no va a ser sencillo seguir los objetivos de cada personaje, o los bandos y sub-bandos que se están formando a raíz de esta season finale.

Los clones de Maslany no son los únicos que están en juego, los proletianos han estado presentes durante esta temporada sin un objetivo claro para el espectador, hasta que en el final hemos conocido que están relacionados con el Proyecto Castor, un estudio relacionado con nuevos clones, en este caso el de un hombre al que ya conocemos en tres variantes, como religioso fanático, militar y loco (o esa impresión da tras la última escena).

El año que viene sabremos como continúa esta trama, o si le medicación de Cosima ha hecho efecto y no es necesario seguir interviniendo. Tampoco queda claro el desenlace de Rachel, que no creo que haya muerto, sino que regresará con sed de venganza, y un parche, por supuesto.

'Orphan Black' es divertida, aporta la dosis de humor necesaria para hacerte sonreír y crear vínculos con los personajes, desde Alison y toda su historia familiar hasta los comentarios irónicos de Felix, pasando por Vic y sus apariciones estelares este año. El acercamiento de Helena al grupo de clones también ha sido épico, aunque el drama no deja de ser importante en esta ficción que evoluciona de manera magnífica, siguiendo hacia adelante, buscando su techo.

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