La estabilidad sexual, el último reto de Hank en 'Californication'

Este domingo se estrena en Showtime la séptima temporada de 'Californication', la última. Hasta ahora hemos visto a Hank Moody intentando mantener a su lado a Karen, pero ha sido inevitable para el escritor acostarse con otras mujeres, con la primera que pasara por su camino, sin exigir mucho. No obstante, parece que este año Hank pretende sentar la cabeza, por enésima vez, pero con una condición importante, será su última oportunidad.

El fino hilo que une la relación entre Hank y Karen cada vez es menos visible, y es que su amor se ha resentido ya en varias ocasiones. Ahora que Becca se ha ido a recorrer Europa, dándose demasiada prisa por crecer, la pareja protagonista tiene cada vez menos excusas para verse y continuar con sus idas y venidas.

Quizás la espantada de Becca haya servido para que Hank piense en lo que puede perder, ya no tendrá a su familia esperándole cada vez que meta la pata, su hija está lejos, y Karen puede que rehaga su vida dejando a Hank en un dudoso segundo plano. Por eso Moody no va a arriesgarse y hará lo posible este año por conseguir que el amor de Karen vuelva a ser incondicional.

En la sexta temporada vimos como Hank intentaba engañarse a sí mismo en una relación falsa con Faith, la musa del rock. Ni siquiera una gira en la que no faltarían las drogas, el alcohol, el rock and roll y el sexo fueron suficientes para evadirse y dejar de pensar en lo que sería su vida con Karen de nuevo.

La pareja más carismática de 'Californication' se casó por segunda vez en el final de la temporada anterior, por lo tanto, debemos prepararnos para ver en qué se convierte esta segunda oportunidad, ¿podrá Runkle alejar su pene de los problemas? ¿Está segura Marcy de lo que ha hecho?

Espero que su extraño amor (ni contigo ni sin ti) dure toda la temporada, esta pareja necesita un final feliz, juntos. Charlie ha dado grandes momentos, y en ocasiones ha salvado capítulos, o temporadas, que se podrían haber dado por perdidas. El calvo tiene un imán para los problemas, su desgracia nos divierte. En definitiva, es un capullo adorable.

Es inevitable, y necesario, dejar atrás la sexta temporada, totalmente irregular, con momentos de lucidez pero en general bastante regulera. Atticus, Faith y toda la banda podrían haber estado bien para un arco de 4 ó 5 episodios, centrar el año entero en esa trama fue un error. Hank dejó pasar el autobús de la gira, así que ha llegado la hora de mirar hacia la pequeña familia de 'Californication'.

Por ejemplo, Becca está fuera, pero su regreso debería ser inevitable, aunque fuera por unos pocos capítulos. Pienso lo mismo de Mia, ya olvidada, aunque no debemos dejar pasar que fue la revelación de la serie en sus comienzos, un cameo de Madeline Zima no estaría nada mal.

A lo largo de los próximos 12 episodios nos dejaremos llevar por estos locos guionistas, que dudo que dejen a dos velas a un Hank entregado. Un final feliz es posible, pero eso no significa que la relación entre Karen y Moody vaya a ser como la de una pareja tradicional, no hay sitio para esa palabra en 'Californication'.

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