(Contiene spoilers)
Me encantó la primera temporada de '
The Sinner' con una sorprendente Jessica Biel abanderando una historia que te atrapa de principio a fin. La segunda etapa con el niño como protagonista también tuvo su aquél, aunque se desinfló a medida que avanzaba la trama. En cambio,
la tercera temporada de la serie de USA Network, disponible en Netflix España, me ha parecido infumable.
Matt Bomer se convierte en esta ocasión en el protagonista de la nueva historia. 'The Sinner' ya es una ficción antológica en la que cada año vemos personas y tramas diferentes con Bill Pullman como único nexo. Otro detalle que comparten estas historias es que nos hablan de falsas apariencias. Nos empiezan presentando a un asesinato que se va volviendo más complejo de lo que puede parecer en un principio.
Esta vez el agente Ambrose (Pullman) ha ido tras la pista de un tipo apuesto y joven que vive en su mismo barrio, así que puede que el policía tenga más cerca que nunca al culpable. Sabemos desde el principio que el sospechoso deja morir a un viejo amigo tras un accidente de coche, pero esto no se queda ahí, la relación de estos dos "amigos" está marcada desde hace muchos años y comparten su amor por la filosofía, en especial por Nietzsche.
'The Sinner' profundiza y trabaja símiles, intenta que nos replanteemos ciertos límites y la figura del “superhombre”. Podría haber sido una muy buena temporada, con conexiones brillantes entre la filosofía y el crimen, pero se ha quedado a medio gas. Ambrose se ha metido de lleno en la vida del sospechoso, pero esta vez no había por donde cogerlo, no se podía exculpar a este tipo que se ha llevado por delante a varios inocentes.
A su vez, Ambrose ha encontrado consuelo en una prescindible pintora con la que comparte varias escenas que sirven de sedante para el espectador. Lo anecdótico es que la actriz que da vida a Sonya fue la famosa Susan que rivalizó con Ross en 'Friends', la nueva pareja lesbiana de su ex. Pero el desastre de la temporada no es solo responsabilidad de esta pobre mujer, ya que ha sido todo bastante aburrido en general. Ni siquiera logró destacar tras su primer episodio, mientras que las dos etapas anteriores fueron capaces de dejarnos con ganas de saber más desde el piloto.
Esperaba mucho más de 'The Sinner' en su nueva andadura. Me ha dejado un amargo sabor de boca que no lo han sabido arreglar ni con el desenlace, tan previsible como innecesario y surrealista. Se han pasado de pretenciosos con algunos temas y creo que han querido dárselas de intelectuales por mezclar una serie de crímenes con unos retazos filosóficos, pero les ha venido grande. Deberían haberse dedicado a hacer lo que tan bien se les dio los años anteriores.
En estos momentos no veo razón alguna para alegrarme por la confirmación de la cuarta temporada. Sin embargo, la veré, puede que llegue en el momento adecuado para reconciliarme con la que fue una de las mejores series de su año, lástima que esta vez vaya de cabeza a la lista de lo peor de la temporada.