La 4ª temporada de 'Fargo' no destaca en su reinicio

Tenía muchísimas ganas de volver al Universo de 'Fargo', y la decepción ha sido mayúscula. El primer episodio me ha parecido tedioso y las esperanzas por encontrarme con un segundo capítulo que resurgiera de las cenizas acabaron echas polvo. Recuerdo con nostalgia la primera temporada, embobado ante la pantalla por las ocurrencias que se encadenaban entre escenas.

La segunda etapa de 'Fargo' también fue sublime, tal vez le costara arrancar algo más, pero teníamos suficientes alicientes desde el primer capítulo para querer seguir sabiendo sobre los personajes y sus historias. Reconozco que la tercera no me terminó de convencer, el ritmo se ralentizó y los personajes carecían de carisma, nada que ver con las anteriores, pero de algún modo me pudo la curiosidad por ver cómo continuaba aquella trama de gemelos-enemigos.

Llego a la cuarta temporada con unas ganas increíbles de regresar a los orígenes, dejándome sorprender por lo que quiera traernos Noah Hawley. Hay algo de la franquicia de los Coen que sigue vigente en lo nuevo de 'Fargo', pero se va desvaneciendo a medida que conocemos a los nuevos personajes. Todo resulta anodino, con un elenco demasiado amplio y unas presentaciones caóticas que no juegan en absoluto a favor del ritmo de la bizarra comedia.

Además, 'Fargo' vuelve con menos humor que nunca. Tal vez no se reconozca a la serie por las dosis de carcajadas que provoca en cada pase, pero me ha faltado parte de esa ironía basta, su humor negro característico. Ni siquiera vemos sangre o escenas de impacto que remuevan al espectador y pongan a todos los personajes patas arriba. Dos episodios de una hora cada uno no es poco, debería ser más que suficiente para poner las cartas sobre la mesa, y con el tropel de series que tenemos a la cola no estamos como para dar oportunidades en vano.

Hawley nos traslada a la década de los 50, con la lucha racial como principal reclamo. Personalmente, me resulta bastante cargante el tema, en la actualidad tenemos ficciones a patadas sobre la lucha entre negros y blancos que lamentablemente sigue dando que hablar en Estados Unidos, y en otras partes del mundo. Lo curioso de 'Fargo' es que comienza mostrándonos otras "guerras internas" en el sur del país con diferentes etnias, orígenes o religiones en el punto de mira: judíos, italianos, irlandeses, etc.

Parece que todo empieza a unirse por la estridente enfermera que vive enfrente de una familia multiracial. Esta enfermera es lo más "fargoniano" que me encuentro en las dos horas de serie. Y lo siento, no me parece suficiente, ni siquiera el cliffhanger que intentan marcarse me resulta medianamente atractivo. Es una pena, esperaba mucho de la vuelta de 'Fargo', pero ni rastro de los protagonistas torpes que se involucran sin quererlo en crímenes estúpidos. Lo más parecido es el señor italiano al que disparan tras abrir la ventana para airear el coche por el tremendo pedo que acaba de echarse. Ese es el nivel.

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