'In the Flesh': sentimiento zombi

'In the Flesh' no es una serie de zombis al uso, la ejecución de la trama va más allá de lo que estamos acostumbrados a ver tanto en la pequeña pantalla como en el séptimo arte. A priori no es novedoso crear una serie que trate el tema de los muertos vivientes, pero la BBC Three de Reino Unido ha querido dar un paso más en el género con este drama que personalmente me ha recordado a los inicios de 'True Blood' y al espíritu con el que empezó la transgresora ficción de HBO.

El formato en el que se emiten la mayoría de las series británicas sigue chocando en entornos acostumbrados al ritmo de las ficciones españolas, o incluso americanas. La primera parte de 'In the Flesh' está compuesta por tres episodios, cada uno dura una hora. BBC Three tiene entre sus planes emitir la segunda temporada a lo largo del año que viene, en este caso está previsto que sean 5 ó 6 capítulos, todavía sin confirmar.

La comparación de esta serie con 'True Blood' no ha sido casual, aunque algunos se lleven las manos en la cabeza. Destaco una similitud palpable, ambas series se basan en una sociedad dividida en dos partes: los progresistas que están a favor de que los raros de turno (vampiros o zombis) formen parte de la comunidad, y los que tienen la mente más cerrada y se oponen drásticamente a que unos seres diferentes irrumpan en su cotidianidad.

La atmosfera que se respira en el thriller es fría y densa, pero sus hilos conductores son suficientes para enganchar al espectador. Parte de la culpa la tienen los personajes, que van perfilándose a medida que avanzan los tres episodios, sobre todo la familia de Kieren Walker, el zombi protagonista. Los Walker tienen sentimientos encontrados con la vuelta de su hijo, muerto hace meses y que regresa con algún que otro handicap que tendrá que lidiar con maquillaje, proteínas y pinchazos.

No obstante, según muchos de los mortales las medicinas no son del todo efectivas, y no dudan en organizarse contra todo aquel que acoja en su casa a un muerto viviente. En ese grupo radical se encuentra la hermana de Kieren, una joven rebelde de ideas fijas y con mucho rencor dentro. Los padres de la chica intentarán hacer que cambie de actitud, pero tal vez el comportamiento de ellos tampoco esté favoreciendo a Kieren.

Amy o Rick son otros que están curados del Síndrome del Parcialmente Muerto, y cada uno lo lleva a su manera. Mientras que ella se lo toma de la mejor manera posible, orgullosa de su condición, Rick es más cohibido. El padre de él es líder de la Human Volunteer Force, la agrupación paramilitar que lucha por erradicar a todo aquel que ha sido curado del mencionado síndrome.

No me esperaba encontrar una historia de estas características en 'In the Flesh', por eso no voy a destripar la trama a todo aquel que quiera empezar la serie sin tener demasiada información sobre ella. Y es que en el pueblo de Roarton no solo deben hacer frente a los prejuicios que rodean a los zombis, también hay otras discriminaciones más comunes que se reflejan en la serie.

Un romance homosexual se dibuja entre líneas en la primera etapa de la miniserie. La trama podría haberse aprovechado mucho más, pero tampoco está mal que los guionistas hayan decidido no ser explícitos con el tema, dejando volar la imaginación e intuición de los espectadores con una de las historias más bonitas y sentidas de la última temporada.

No voy a terminar esta entrada sin recomendar encarecidamente esta obra británica, que se estrenó en marzo, pero nunca es tarde para asomarse a esta sugerente realidad que se vive en Roarton.

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