(Contiene spoilers hasta el capítulo 3x09)
Cómo va siendo habitual, '
How to get away with murder' ha cerrado su mitad de temporada tras el episodio nueve de la misma. Este tercer año, la serie de ABC
está pareciéndose más a la primera temporada que a la segunda, en la que hubo algún que otro resbalón a consecuencia de la trama de los hermanos adoptados, entre otras cosas que chirriaban y no dejaban que los protagonistas siguieran creciendo como merecen.
Wes ha sido el protagonista absoluto de este último tramo, y ha terminado con un desenlace fatal para el ojito derecho de Annalise. No esperaba en absoluto que él fuera a ser el cadáver que se intuía bajo la sabana desde el primer episodio de la temporada. Es un pilar en la serie, o al menos lo ha sido hasta ahora, involucrado incluso en el pasado de su profesora, y relacionado con uno de los misterios que todavía siguen en el aire, la muerte de su supuesto padre biológico, Mahoney.
Frank también ha estado envuelto en la trama de Mahoney, pero esta vez lo ha hecho desde la distancia. Annalise no perdona que su súbdito la traicionara hace años, y por su culpa perdiera el único hijo que ha esperado hasta ahora. En este caso, Bonnie se ha encontrado entre la espada y la pared, y buena muestra de ello es que la amiga lánguida de Annalise se ha enrollado con ambos, aunque lo de Frank haya sido más sexual que el sorprendente y apasionado pico que se ha dado con la protagonista.
Bonnie ha pasado página con Asher, que ahora se centra en reconquistar a una Michaela que va de mujer fatal, aunque no se puede resistir al encanto oculto del graciosete de la cuadrilla. Asher es uno de los personajes que más ha evolucionado, a veces hasta hacer reír, algo que antes estaba lejos de conseguirlo, provocando rechazo entre sus compañeros de Facultad y también entre buena parte de seguidores de 'How to get away with murder', pero algunos nos vamos reconciliando con él.
Es interesante, y algo forzada, la relación de Asher con Oliver, y en menor medida con Connor. Parece que el nuevo ligue de Michaela ha hecho piña con la ex pareja, y lo está pasando casi tan mal como ellos con esta ruptura. Además, Connor ha vuelto a las andadas, ha sacado su lado malicioso y se ha acostado que uno de los rolletes de su ex. Tal vez sea solo como venganza, pero de ahí puede surgir algo más, recordemos que ese rollete rechazó a Oliver por ser portador del VIH, aunque más tarde se arrepintiera de hacerlo.
La otra nueva pareja, esto parece a veces '
Al Salir de Clase', es la formada por Laurel y Wes. La chica está embarazada, lo han descubierto en el hospital, tras rescatarla del incendio provocado en casa de Annalise, y del que Wes no ha salido con vida. Últimamente este chico me producía bastante pereza, por eso no le echaré mucho de menos, aunque repito que era uno de los pilares de 'How to get away with murder'.
Frank ahora tiene vía libre, aunque dudo que Laurel esté por la labor, a no ser que el hijo que espera sea del ayudante de la profesora.
Todavía quedan seis episodios para cerrar esta intensa temporada, y la incógnita principal está resuelta, aunque todavía nos falta saber quién y por qué mataron a Wes, ya que Nate ha descubierto que el cuerpo estaba sin vida antes de quemarse la casa de la desgraciada Annalise. Ella está detenida en el calabozo, y Nate parece que está dispuesto a volver a ayudar, los problemas con el alcohol de la profesora han hecho que la pareja se distancie.
La tercera temporada me ha tenido enganchado, casi tanto como la primera. Los personajes siguen evolucionando, sobre todo el grupo de alumnos de Annalise. Lo menos llamativo me siguen pareciendo los casos episódicos, y el camino aburrido que estaba empezando a tomar Wes, aunque con este giro quiero saber más sobre los últimos minutos del joven en casa de la inigualable Annalise Keating.