El día 2 de enero se estrenaba '
Hit - La Canción', el nuevo talent-show de La 1, la enésima fórmula para buscar al artista revelación de turno, aunque en este caso el programa de Televisión Española se diferencia en algo, en este concurso
no buscan al artista con más potencial, sino a la canción que más enganche.
Jaime Cantizano se pone al frente de '
Hit', y no decepciona, porque de él no podíamos esperar otra cosa, es un presentador elegante, atractivo y serio, demasiado serio. Su perfil encaja a la perfección con el espíritu de esta
TVE descolorida y anclada al pasado, lo podríamos llamar "caspa", pero en el fondo Cantizano me parece un buen profesional, pero con un target dirigido a la tercera edad, nada que ver con el público que buscan en '
Hit'.
El jurado
Un total de 10 artistas "consagrados" son en este caso los mentores de los participantes, cada uno de ellos se debe quedar con una canción para interpretarla y hacerla suya. En este primer contacto hemos tenido la ocasión de ver cómo se desenvuelven en estas lides Sergio Dalma y Vanesa Martín, gracias a ellos hemos podido ver por dónde van los tiros de este formato demasiado blanco y lineal.
Tanto Dalma como Martín no escatiman en halagos, el ambiente que se respira en '
Hit' está
lleno de peloteo y alabanzas, no llega al nivel de naftalina de '
El Número Uno' (Antena 3), pero a las opiniones del jurado les faltan verdad, no pido que sean destructores ni se marquen un
Risto Mejide, pero un equilibrio entre los dos extremos estaría bien.
El primer programa empezó con los mentores cantando una sus canciones, así aprovechan para promocionarse y alargan la duración del espacio, aunque hubiese sido mejor que las intercalaran en la gala, así podríamos aprovechar para ir al baño, fregar o fumar un cigarrillo. Fue mal presagio comenzar la gala con
Sergio Dalma que ya solo hace versiones cantando en playback un single de los años 60, cuando se supone que en '
Hit' buscan la canción del 2015.
La mecánica
Todo comienza con aparente normalidad, los concursantes, todos ellos compositores, o compositoras cuando son mujeres como diría Cantizano, presentan su single en tandas de cuatro, y después los mentores de turno van jugando al pilla-pilla de cabina en cabina, sin saber quién se esconde detrás de éstas, hasta decidir con cuál de los artistas se quedan. Es ridículo ver a los artistas "consagrados" entrar y salir de las cabinas, y más todavía lo es el hecho de dar emoción al momento en el que salen de las habitaciones con el compositor elegido, quizás para el público en plató sea el súmmum, pero la audiencia ya sabe de antemano quiénes son los afortunados. Otra manera tonta de alargar un programa que en 60 minutos podría estar acabado.
Los artistas se quedan con dos canciones, y
después de unos días de ensayos descartan una de ellas y aparecen como divas en el plató de '
Hit', con un Cantizano que ni se ha cambiado de ropa
¿otro guiño a 'La Voz'?. Una vez allí empieza a sonar una melodía que no se distingue, hasta que el artista empieza a cantar las primeras estrofas del single elegido, puede que este tramo final sea el más intenso y original del programa.
No cabe duda de que la audiencia ha dado la espalda al proyecto desde el primer minuto, ni siquiera ha pasado del 8% de share, algo muy triste tratándose de un estreno, el primero del año. Podemos echar la culpa a que el viernes no es el mejor día para este tipo de concursos; o podemos achacar esta ridícula cifra al desgaste de los talent-shows en televisión, pero desde mi humilde opinión tanto la mecánica como la imagen del programa son cutres y carecen de impacto o interés. El programa se hace lento y aburrido, y eso que la duración no es excesiva y cuentan con la ventaja de no tener anuncios, sino no habría quien aguantara semejante tostón.