‘Hierro’: Un thriller más en un paraje sinigual

El mes pasado Movistar+ estrenó una de sus grandes ofertas en ficción del último año, ‘Hierro’. El thriller cuenta con Candela Peña como protagonista, interpretando a una jueza tenaz y políticamente incorrecta, que es enviada a la isla de El Hierro, donde se enfrenta a un caso que marcará su carrera profesional. En la tranquila y apartada isla canaria encuentran el cuerpo sin vida de un joven que iba a contraer matrimonio el mismo día que en el mar aparece su cadáver.

Todos los dedos apuntan a un sospechoso habitual de la isla, un magnate de los negocios turbios, Antonio Díaz, interpretado por Darío Grandinetti. Candela no suele hacer caso a las primeras impresiones, ni siquiera se deja llevar por las opiniones de los habitantes de su nuevo hogar. La protagonista tiene una corazonada: Antonio no es el culpable. Sin embargo, todas las pruebas e indicios apuntan a él, y la imagen que el pueblo tiene de este platanero no es muy buena, y se seguirá ganado enemigos por el camino, igual que la polémica jueza.

Los ocho episodios de ‘Hierro’ están muy bien construidos, y no podían estar mejor acompañados, con un paisaje espectacular que nos produce ganas de visitar cada vez que empieza un nuevo episodio. La tierra volcánica, las playas en las que las olas son protagonistas y las callejuelas blancas que nos muestran en cada plano hacen que cualquier fotograma enganche más que los diálogos. La primera mitad de la serie se mantiene estable, el espectador se mete en la historia y juega a buscar al culpable del asesinato de Fran, el muchacho muerto.

Sin embargo, la ficción da un giro en la segunda mitad, cuando descubrimos quién está detrás de la trama. La pérdida de Reyes, uno de los personajes más cercanos de ‘Hierro’ produce un bajón considerable, aunque no fuera mas que una actriz secundaria, la inocencia y la bondad de este personaje al que da vida Mónica López traspasa la pantalla, y su muerte prematura, junto al descubrimiento del asesino, hace que ‘Hierro’ vaya cuesta abajo.

La tensión no descansa con las escenas en las que Daniel intenta deshacerse del cuerpo de Reyes, con su padre, Candela y otros miembros de la policía siguiéndole la pista. A partir de aquí el giro podría haber sido espectacular, pero por alguna razón se terminó torciendo, y ‘Hierro’ se volvió previsible hasta el final. Un desenlace que no aporta más que un episodio al azar de ‘CSI’. Lo que menos me cuadra es que Movistar+ haya confirmado la segunda temporada de la serie, que debería tratar otro caso diferente, con Candela al frente, por supuesto. O tal vez haya que seguir investigando la muerte de Fran.

Sinceramente, me dio algo de pereza descubrir en los primeros episodios que todo iba a reducirse a un asunto de drogas, como ocurre en la mayoría de series de este tipo. El papel de Antonia San Juan ha sido clave para la trama, aunque su escueta presencia no ha permitido que se pueda lucir como una gran villana, y probablemente pase rápido al olvido, culminando con una muerte agónica y sin artefactos.

‘Hierro’ me ha gustado, pero no creo que vaya a pasar a la historia de la televisión por su argumento. El desenlace es algo descafeinado, tal vez por la excusa de que vaya a continuar, algo con lo que tampoco estoy de acuerdo, no lo veo necesario. En cambio, Pepe Coira y Alfonso Blanco han creado un producto que se diferencia del resto en su fotografía, la cabecera es belleza pura, y los planos que nos regalan desde El Hierro son para enmarcar. Por otra parte, Candela Peña reclama su espacio en la televisión con un papel hecho a su medida, lo borda. 'Hierro' lo tenía todo para triunfar a lo grande, pero en mi opinión se ha quedado desinflada por el frío desarrollo del guion.

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