'Happy Endings': la enésima comedia

Una comedia. Seis protagonistas. Tres chicos y tres chicas. Un bar o cafetería de encuentro. Una pareja sentimental y sus pormenores son el eje de la historia. ¿Os suena? ¿Habéis tenido varios deja vu tras visionar los primeros episodios de 'Happy Endings'? Un servidor los ha tenido, es inevitable acordarse de series como 'Friends', 'Cheers' o incluso 'Como Conocí a Vuestra Madre' cuando estrenan comedias de este estilo.

Puede ser que la historia del día a día de un grupo de amigos en la treintena esté más que trillado, pero ABC se ha lanzado a la piscina con esta serie que no es mala ni carece de calidad, pero que tampoco aporta nada nuevo. Este año se han estrenado tantas comedias que es difícil acordarse de todas ellas, encima es curioso que la lista de fracasos en el ámbito de la comedia haya sido casi tan largo como el de los propios estrenos. Sin ir más lejos, los datos de audiencia de 'Happy Endings' no está siendo los buscados por el canal americano, y todo ello teniendo como lead-in una serie de la categoría de 'Modern Family'.

En cuanto al contexto de 'Happy Endings', todo comienza en el altar (curioso, teniendo en cuenta que ese es el último paso que se da en las series normalmente), cuando los dos protagonistas, Dave (Zachary Knighton) y Alex (Elisha Cuthbert), están a punto de darse el famoso 'sí, quiero', pero todo se tuerce cuando un alocado ex de Alex aparece en la iglesia para impedir el matrimonio, momento que la chica aprovecha para huir y dejar plantado a su prometido.

Con ese inicio parece que todo está perdido, que el grupo se va a desintegrar y que nada volverá a ser como antes, aunque como es de esperar, la amistad de los seis protagonistas es tan fuerte que todos pondrán de su parte para no romper esa unión. Todo muy bonito.

Como suele pasar en este tipo de seriales, la pareja protagonista es la que menos gancho tiene, con personalidades más planas, sobre todo en el caso de Alex que resulta ser el personaje más flojo y aburrido de 'Happy Endings'. La actriz que en su día dio vida a la hija de Jack Bauer en '24' ahora se atreve con la comedia, que realmente le queda algo grande. Knighton, en cambio, se deshace del lastre que supuso 'FlashForward' y se adentra cómodamente en la rama humorística.

Aún así, sus cuatro compañeros no pasan desapercibidos, pese a interpretar roles llenos de tópicos y todos ellos ya vistos en televisión. Por una parte está la pareja pija y asentada, formada por Jane, maniática y manipuladora, y su marido Brad, un joven amanerado y que cuida más de su físico que su propia mujer, quizás coaccionado por ella, ya que él es un tanto calzonazos. Respecto a los otros dos miembros del reparto, no son un matrimonio, ni mucho menos, aunque se compenetran muy bien. Max es un "hetero al que le gustan los chicos", como le definen sus amigos; por el contrario, Penny es a priori la más optimista del grupo, aunque en realidad no es plenamente feliz, porque busca un hombre con el que compartir el resto de su vida, y hasta ahora sólo tiene a su amigo Max, que no es lo suficientemente gay para su gusto

Puede ser que se creen situaciones divertidas o tramas interesantes, pero no creo que en los tiempos que corren esta sea una serie idónea. En los últimos meses han nacido productos peores, algunos se han mantenido y otros están en la cuerda floja, 'Happy Endings' no merece una brusca cancelación, pero es complicado que hoy por hoy consiga reunir semanalmente al público deseado.