Parece ser que en Telecinco han cogido la costumbre de alargar las últimas ediciones de '
Gran Hermano', si el año pasado los habitantes permanecieron más de cuatro meses en la casa de Guadalix de la Sierra, este año puede ser que superen el record, puesto que
ya llevan 90 días en la casa y todavía quedan 10 concursantes, la mitad de los que entraron.
De este modo, podríamos decir que estamos en el ecuador del programa (en cuanto a número de concursantes por lo menos), y por ello es hora de hacer un balance tres meses después del comienzo del concurso,
¿habrán cambiado mucho las opiniones desde el anterior análisis que se hizo sobre las primeras impresiones?
Laura: la concursante más polémica y que más vida da a la casa. Tiene a su favor que se muestra tal y como es, sin complejos ni medias tintas, y eso se agradece en un concurso como 'Gran Hermano'. Entre tantos trepas, falsos y montajistas siempre está bien ver que existe alguien que mantiene el espíritu del programa, aunque en ocasiones su tono de voz sea demasiado irritante.
Marcelo: la otra mitad de Laura. Es un concursante bastante plano, quitando alguna que otra discusión y su tormentosa relación con la madrileña, Marcelo es tranquilo y sereno. De todas formas, no termino de creer al andaluz al 100%, no creo que esté dándolo todo ni con Laura, ni como concursante, además mantengo que es un poco falso y bienqueda.
Terry: la canaria residente en Guadalix durante tres meses no ha sido de mi agrado desde el comienzo del programa. El terremoto que quiere hacer ver qué es se le ha quedado grande. Es de las más chismosas, pese a querer dar la imagen de buenrollo, paz y amor.
Patricia: posiblemente la próxima expulsada. No me gusta su actitud y pienso que sobreactúa la mayor parte del tiempo, sobre todo cuando sabe que está en directo (léase en el confesionario a la hora de nominar). Estoy de acuerdo con concursantes como Julia, que ven un monstruito bajo esa sintética piel de cordero.
Marta: fiel a sus principios y a los suyos, aunque ha tenido que ir despidiéndose de cada uno de los apoyos o amigos que ha hecho en la casa, la gallega ha aguantado ya ocho nominaciones (y va a por la novena). No es de las más divertidas de la casa, pero aporta algo al concurso que no sabría describir, espero que llegue al final, porque está aguantando como una jabata.
Dámaso: siempre se ha mantenido en el medio, hasta ahora ha preferido no decantarse por ningún grupo, pero a su vez tampoco tiene ningún 'amigo' ni nadie en quien apoyarse dentro la casa. La estrategia de mantenerse en el medio le está saliendo redonda, pero es posible que pronto llegue su hora.
Yago: uno de los repescados de la edición, personalmente no me ha gustado que vuelva al concurso, ya que su manera de jugar nunca ha sido de mi agrado, con estrategias para no salir nominado, pero cayendo fuera como una patada en el culo. Puede ser que aproveche esta segunda oportunidad para ser él mismo, pero lo dudo.
Rubén: su actitud es aplaudida sin haber hecho nada, bueno sí, se ha hecho la víctima y el papel le ha venido como anillo al dedo. Rubén es buen chico, pero al igual que Patricia, está exprimiendo su fragilidad de cara a la galería. Pese a ser repesca, tiene posibilidades de hacerse con el premio (o parte de él)
Lydia: su paso por la casa es indescriptible, nunca se ha metido en ninguna bronca, tampoco ha chismorreado y se ha intentado llevar bien con todos. Aún así, hoy en día eso no es suficiente para ganar GH, pero le está sirviendo para sobrevivir, que no es poco. La mallorquina me cae bien y se ve que se comporta tal y como es, pacífica y risueña.
Catha: otro ejemplo de pasividad en GH, y ya van unos cuantos (la casa se nos llena de muebles). En este caso, la venezolana no es clara, esconde la cabeza como una avestruz en cuanto tiene ocasión y se deja llevar, eso sí, siempre con los que son más fuertes dentro de la casa. Entre que no habla y que cuando lo hace no se le oye, me parece de las más prescindibles en el reality.