'Gossip Girl' T5: girando en torno a lo mismo

No es fácil aguantar durante cinco temporadas con las mismas historias y los mismos personajes, de eso sabe mucho 'Gossip Girl', el drama teen de The CW, que en su día fue un boom, pero con el paso del tiempo se ha ido resintiendo y tiene los días contados, 2012 será el último año para la cuadrilla del Upper East Side. Aunque antes de hablar de su final definitivo nos vamos a centrar en su, hasta ahora, última temporada.

La evolución de la serie no ha sido palpable en los últimos años, sus protagonistas siguen intercambiando parejas hasta liarse todos con todos, parece ser que ese es el objetivo principal de 'Gossip Girl'. De todas formas, este año los guionistas han ido algo más allá, metiendo nuevos personajes que han dado un cariz diferente al serial. La trama de las supuestas primas de Serena o la intervención estelar de Elizabeth Hurley han sido dos bazas muy importantes que han jugado a favor del drama.

No obstante, en el fondo de todo seguía estando lo mismo de siempre, Blair solo tiene sitio en el corazón para Chuck, ni un príncipe azul ni un comprensible Dan Humphrey podrán cambiar ese hecho. Y con Serena pasa más de lo mismo, la rubia ya llevaba una larga etapa intentándolo con otros chicos con los que no surtió efecto la chispa del amor, sus agotadores intentos con Nate no sirvieron de nada porque Serena está destinada a un solo chico, el solitario de Brooklyn.

Afortunadamente no he echado de menos ni a Vanessa ni tampoco a Jenny, pero sí que eché en falta que estas dos se llevaran a Nate en la maleta, para lo que tiene que aportar mejor que desaparezca cuanto antes, aunque a estas alturas sea prácticamente imposible. Archibald tiene un imán especial con las Van der Woodsen, incluso con las que solo fingen ser parte del clan. Primero estuvo con Ivy, y más tarde cayó en los brazos de Lola (la verdadera prima de Serena), y mientras compartía idilios con las dos jóvenes, Nate no se cortó a la hora de liarse con su jefa, Diane Payne (Hurley).

Chuck Bass ha estado disperso durante todo el año, su repentina madurez aburre, y la búsqueda de sus raíces dan más pereza que la vuelta de Serena al oscuro mundo de las drogas. Tantas vueltas para que finalmente la excusa de tanto secretismo sea que Bart Bass sigue vivo y coleando, era de suponer, nunca encontraron su cuerpo y en una ficción como esta es lo que más te puedes esperar.

Siguiendo con las tramas maduras, Lily y su paso por el calabozo, la muerte y herencia de la abuela o la ruptura del nuevo matrimonio Humphrey son historias que nos han acompañado en un segundo plano, al igual que la trama que seguramente marque los últimos episodios de 'Gossip Girl', la identidad de la 'reina cotilla'. Serena se ha metido de lleno en el papel del famoso personaje cibernético, no sabían con quien liar a este elemento, y entre prima y prima le han tenido frente al portátil escribiendo intimidades sobre sus amigos, pero eso no quiere decir que ella sea la verdadera "reina cotilla", como tampoco tiene por qué serlo Georgina Sparks.

Y hablando de Sparks, este personaje recurrente siempre aparece para remover la mierda o intentar dañar a la pandilla del Upper, lástima que la que salga mal parada siempre sea ella. Tanta incursión en la Gran Manzana ha hecho que la frescura y el factor sorpresa que aportaba Georgina en sus inicios se haya desvanecido, ahora es una simple anécdota, algo así como el tío Jack Bass.

A rasgos generales, 'Gossip Girl' ha estado más interesante que en sus últimas etapas, la guerra de la información entre el 'Spectator' y la 'Reina Cotilla', o las tretas retorcidas de la tía de Serena han dado un nuevo toque al serial, aunque siguen sin desprenderse de sus errores, ¿es necesario seguir mareando la perdiz con los rollos sentimentales de sus personajes? ¿Y sus numerosos escarceos? ¿O las múltiples combinaciones de pareja entre el reducido elenco protagonista?

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