(Contiene spoilers hasta el capitulo 1x02)
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Orange is The New Black' es muy probable que caigas rendido ante '
GLOW'. Jenji Kohan lo sabe, y por eso ha usado muchos de los ingredientes del drama carcelario en su nueva apuesta para Netflix. En este caso, la comedia tiene más peso que el drama, y
todo lo que para la protagonista es dramático, el espectador lo percibe en tono humorístico. Ruth (Alison Brie) es una desgraciada que ha cometido errores, y los paga con el desprecio de la sociedad en general, y el karma no parece que tenga nada bueno guardado para ella.
Ruth se ha acostado en dos ocasiones, o eso dice ella, con el marido de su mejor amiga, Debbie. La rubia no perdona a su amiga, y hasta aquí podría tratarse del comienzo de una telenovela random, pero 'GLOW' tiene guardados bajo la manga unos cuantos matices que la hace única, y que convierte en víctima a Ruth, a la que vemos desesperada por encontrar un trabajo como actriz desde el capítulo piloto.
Ruth es rechazada en todas las pruebas que hace, sueña con un papel protagonista, o a estas alturas se conforma también con cualquier intervención en una obra de teatro o serie de televisión. Acude por casualidad a un casting singular, en el que solo participan chicas y tienen como escenario un ring de boxeo. El objetivo del director de esta "obra" es adaptar al ámbito femenino el último éxito de la televisión, el Pressing Catch, en el que Hulk Hogan es el rey. Y es que no olvidemos que la serie está ambientada en la década de los 80, con estos patéticos luchadores en la cresta de la ola.
Después de varias pruebas eliminatorias, y tras caer en una de ellas, Ruth termina formando parte de este equipo, aunque no lo hace por méritos propios. Debbie aparece en escena para pelear con su ex amiga, y en este combate la protagonista no es más que un saco de puños. Esto le encanta a Sam, el jefe de las chicas del ring, y decide contratar a ambas. A Debbie Eagan no le vendrá mal volver a primera línea, con un bebé recién nacido había descartado esta oportunidad, y ahora que su vida sentimental se desmorona podría ser una buena opción para salir adelante.
En cambio, Ruth, que empezaba a hacerse un hueco entre sus nuevas compañeras, ve cómo todo lo que había construido estos días como luchadora se desploma. La chica es odiada por todas, no dudan en tacharla de "rompe hogares", y sufre una especie de mobbing que resulta sorprendentemente gracioso. Kohan ha usado el mismo tipo de humor que en 'Orange is The New Black', por eso cada desgracia de la protagonista son risas aseguradas, quizás no en forma de carcajada, pero nos vale.
Además, cada caída de Ruth es un paso más al frente, una manera de hacerse fuerte. Esta chica puede tener muchas similitudes con Piper Chapman, que empezó como una perdedora total en Litchfield, y se ha ido haciendo un hueco entre las reclusas. En esta ocasión no son presidiarias, pero como si lo fueran, porque a todas ellas les ha arrastrado la desesperación hasta este lugar. En cualquier otro caso no tendrían que haber aceptado un trabajo en el que el jefe les obliga a pelear de forma vejatoria, y muchas veces también ridícula.
Me gusta que 'GLOW' dure media hora, son capítulos cortos que permiten que disfrutemos más del argumento, sacando jugo a cada episodio sin necesidad de alargarlos más de la cuenta. El casting es ideal, una vez más han dado en la diana, ahora solo falta que las tramas cojan fuerza y se vayan centrando en otras chicas del reparto, como ya han hecho con Cherry, que tiene una historia interesante detrás, affaire con Sam incluido. Hubiera preferido que no la estrenaran tan seguida de 'OiTNB', pero de todos modos, ya tengo nuevo enganche para el verano.