'Glee' T4: los personajes crecen, las tramas no

Los alumnos del McKinley se han despedido hasta el curso que viene, 'Glee' regresará en septiembre, pero los protagonistas seguirán estancados en el mismo curso porque la estructura de las temporadas han cambiado desde que Ryan Murphy decidiera que así queda más "bonito". La verdad es que esta pequeña modificación puede ser un acierto para dejar a un lado la monotonía en la que lleva inmersa la serie desde hace unas cuantas temporadas.

A pesar de renovar el elenco, incluir nuevos escenarios o dar la vuelta a algunas tramas y personajes, 'Glee' sigue en su peculiar bucle de irregularidad, siendo sobresaliente una semana y ofreciéndonos un capítulo mediocre la siguiente. He de decir que la última tanda de episodios se ha decantado más por el sopor que por la brillantez de la primera temporada.

No obstante, 'Glee' sigue teniendo un "algo" que engancha, una magia que hace que no quieras despegarte de sus personajes y ansíes ver los que les deparará su futuro y cada piedra que se encontrarán en el camino. La que más rápido está ascendiendo es Rachel, la protagonista absoluta. La aspirante a cantante ha madurado una barbaridad en cuatro años, me atrevería a decir que su tono dramático me llega a aburrir, personalmente me quedo con la Rachel fracasada que se levantaba tras sus múltiples caídas.

Lo bueno de empezar una nueva etapa en Nueva York es que Rachel y Finn se han separado, dando la oportunidad a ambos de crecer en solitario. Finn estuvo divertido como profesor y nuevo rival de Sue Sylvester en el McKinley, mimetizando a la perfección a Schuster. El profesor de lengua española se ha mantenido al margen, guardándose el bombazo de su boda para la escena final, un momento no tan emotivo como pretendían. Tengo mis dudas sobre si Emma y Will pueden aportar más a esta serie como pareja, esta idea se ha visto reflejada en su notoria ausencia esta temporada.

En la escena final también dejan en el aire la petición de matrimonio de Blaine a Kurt. La separación también ha sentado bien a esta pareja, la parte madura ha viajado nuevamente a Nueva York, mientras que Blaine continúa con la ilusión del Glee Club, con su futuro en el aire. Aun así el joven está dispuesto a pedir matrimonio a su ex, hasta septiembre no sabremos si se lanza a la piscina.

Dos pesos pesados de los últimos capítulos ponen punto final a su participación en el Club, dejándolos colgados tras la victoria en las Regionales. Brittany, contra todo pronóstico, es un cerebrito que va a incorporarse inmediatamente a una importante agencia de inteligencia. Por su parte, Ryder ha descubierto por fin quién es su admiradora secreta, y no es otra que Unique, el chico decepcionado ha dado la espalda a su compañer@ y ha optado por dejar el Instituto, un poco drástico el chaval.

La enésima pareja sin sal de 'Glee' está formada por Jake y Marley, con una perversa animadora rubia como telón de fondo. Este triángulo puede seguir dando qué hablar, algo que al parecer nunca pasará con Tina, siempre en la piel de un extra sin un lugar donde encajar, incluso sus pequeñas tramas tratan sobre lo poco ubicada que está la joven. Santana también está fuera de lugar, por eso ha ido a Nueva York a dar algo de vidilla al apartamento de Rachel y Kurt. Santana se ha convertido en una imprescindible del reparto, su contundencia y su fuerza traspasan la pantalla, tanto en el ámbito musical como en la interpretación de Naya Rivera.

En septiembre continúa el cuarto curso de 'Glee', pero estará dentro de una quinta temporada que seguro traerá algún cambio, porque sino no estaríamos hablando de la misma serie. Sus comienzos suelen ser fuertes, así que no podemos esperar menos de los chicos y chicas del Glee Club. Cabe destacar que FOX ha renovado por dos años más la comedia musical, ¿estáis preparados para un sinfín de nuevos gorgoritos?

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