'Glee' T3: el estancamiento de lo que fue un buen producto

Un curso más ha pasado en el McKinley de Ohio, y para algunos ha sido el último. A lo largo de la recta final de la tercera temporada de 'Glee' hemos visto como sus alumnos escogían caminos diferentes, siguiendo sus sueños. La situación ha sido bastante forzada, hasta los episodios finales muchos de ellos no mencionaron lo que querían hacer con sus vidas (exceptuando a Rachel Berry y algún protagonista más); mucho menos conocíamos el detalle de que Tina, y otros cuantos, están en un curso menor que sus compañeros (hasta el comienzo de esta temporada no comentaron nada al respecto).

No obstante, los productores del serial ya han anunciado que no va a haber tiempo para echar de menos a los protagonistas que dejan el instituto, les seguiremos la estela durante la cuarta etapa de 'Glee'. Rachel, Kurt o Santana son algunos de los que van a continuar apareciendo en la serie, y los que se quedan en el centro junto a Will y Sue recibirán a los nuevos fichajes que formarán parte del coro a partir de septiembre.

Todo apunta a que 'Glee' se guarda un as bajo la manga, los personajes que introducirán en la cuarta temporada deben ser la bomba para poder rellenar el hueco de los que han empezado una nueva etapa de la vida, o al menos espero que así sea, porque si las tramas centrales recaen sobre la asiática o cualquiera de los verdaderos losers la ficción musical estaría perdida.

Centrándonos en el balance del tercer año de 'Glee', la serie ha estado repleta de altibajos, poniendo sobre la mesa en muchas ocasiones tramas polémicas o sorprendentes, pero resolviéndolas de una manera chapucera. Sin ir más lejos, el accidente de Quinn pudo haber supuesto un punto de inflexión en el personaje, pero en dos días recuperó la movilidad, y ni siquiera han sacado jugo a su nueva relación sentimental con el chico de las rastas, casi tan prescindible como cualquier otro fichaje de este año.

El golpe sobre la mesa de Las Troubletones también pudo haberse ejecutado de una manera sublime, pero el enfrentamiento entre las chicas más desaprovechadas del Glee Club y el coro protagonista no se exprimió lo suficiente, volviendo a estar Mercedes en un poco merecido segundo plano, por no hablar de su noviazgo con Sam, que apenas se ha notado si regresó o no a la serie.

A mi parecer el problema de 'Glee' radica en el desarrollo de cada una de sus historias, desde lo que rodea a Finn y Rachel, hasta la mínima subtrama con Brittany en cabeza. Por no hablar de las ausentes tramas adultas, que por suerte no han estado muy presentes este año, pero lo poco que han intervenido ha sido para servir de relleno con historias que descuadran como la de la entrenadora Beiste, otro personaje desaprovechado.

La audiencia también se ha resentido, seguramente por el estancamiento del elenco. Entre Blaine y Kurt no ha pasado prácticamente nada, Santana y Brittany han empezado un noviazgo con el único fin de insertar una pareja lesbiana en la comedia y Rachel y Finn empezaron con buen pie, pero al final todo se ha torcido, aunque las esperanzas no se pierden, porque ya han amenazado con volver.

Rostros de la talla de Gloria Estefan o Ricky Martin han pasado por la serie, y también actores como Matt Bomer y Whoopi Goldberg han participado en varios episodios. Por otra parte, los finalistas del concurso 'Glee Project' han tenido sus (excesivos) minutos de gloria en la comedia musical. Entre artistas noveles y otros consolidados 'Glee' ha conseguido este año un valor añadido que no podría haber alcanzado sin sus cameos o incorporaciones.

No he empezado este artículo con el objetivo de poner pingando a 'Glee', pese a su irregular desarrollo sigue teniendo momentos de lucidez y capítulos grandes con interpretaciones memorables. Aun así le hace falta un cambio, y si es drástico mejor, por eso pienso que mantener el elenco puede ser un error.

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