Ha empezado el nuevo curso para New Directions (los chicos de 'Glee'), pero los pobres siguen siendo igual de pringaos y poco populares que el año pasado, aunque eso es algo que sólo ocurre dentro de la pantalla, ya que realmente la serie sigue arrasando, y no es para menos ya que han vuelto con fuerza y con novedades que nos recuerdan al comienzo emocionante y original de la serie.
Los nuevos personajes que han aparecido en el primer episodio de la comedia musical son de todo menos aburridos y seguro que poco a poco les iremos cogiendo tanto cariño (y/o manía) como a los protagonistas. Por el momento, los dos 'novatos' que han salido en la premiere han sido Sunshine y Sam. La primera es una chica con una voz similar a la de Rachel, algo que a la superestrella no le ha gustado nada y ha demostrado estar dispuesta a hacer lo que sea para seguir siendo la mejor del Glee Club, lo malo es que le ha salido el tiro por la culata y la competencia ha terminado contratando a la pequeña Sunshine, algo que no ha sentado nada bien a los compañeros de Rachel.
Por otro lado, Sam, es otro joven con mucho talento, pero por lo visto el rubito no pone mucho interés en el Club, ya que no se presentó a la audición, pero sí que se atrevió a cantar una bonita versión del tema Billionaire junto a sus posibles futuros compañeros, aunque de posibles tienen poco, porque todos sabemos que terminará formando parte del Glee Club.
Si continuamos con las novedades no podemos olvidarnos del personaje que más promete de toda la temporada, ella es Shannon Beiste, nueva entrenadora del equipo de fútbol, y que pese a haber entrado con mal pie y pareciendo incluso peor que la propia Sue Silvester, la pobre Beiste me ha terminado dando pena y lo mismo ha debido pensar el repelente profesor Schuster, puesto que le ha durado bien poco la amistad con Sue. Ambos se aliaron para derrotar al nuevo fichaje del instituto,pero han terminado como siempre, algo que se veía venir y que es mucho mejor así, necesito escuchar de nuevo esos insultos de la entrenadora de animadoras al profesor de español.
De todos modos, no sólo han habido cambios en los personajes, ya que una vez más las tramas entre los protagonistas han dado un giro de 180º. Rachel y Finn están nuevamente juntos (a ver lo que les dura), Quinn vuelve a ser la líder de las animadoras (¡no me gusta!), Tina deja a Artie para salir con el asiático Mike, y entre otras cosas, nos queda por ver el regreso de Emma, que es ya oficial que volverá con un novio nuevo, un dentista buenorro que seguro va a dar mucho que hablar.
En general, el capítulo me ha encantado, me ha parecido un gran comienzo de temporada y ha superado con creces al segundo tramo de la etapa anterior, que estuvo lleno de capítulos carentes de interés. Esta vuelta de tuerca puede ser decisiva para la nueva entrega de episodios, aunque ya sabemos que en Glee nunca se sabe por donde pueden salir y de un capítulo a otro nos tienen acostumbrados a cambiarnos el esquema completamente.
Para los próximos capítulos todavía nos queda por saber qué derroteros tomará la relación de Kurt con su padre (por lo visto el chaval va a conocer a un chico en esta temporada) o qué trama puede desarrollar Mercedes. Aún así, lo más inmediato es ver el próximo capítulo que se emitirá mañana en USA y que contará con la participación de Britney Spears; además, la siempre desconcertante Brittany será protagonista del episodio por primera vez. Interesante.
Lo mejor del capítulo: La batalla de voces entre Rachel y Sunshine (Telephone de Lady Gaga con Beyoncé)
Lo peor: La vuelta de Quinn a las animadoras
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