'Girls' T2: exceso de provocación

La segunda temporada de 'Girls' ha terminado tras 10 capítulos que han dado mucho qué hablar. Lena Dunham (guionista, creadora, productora y actriz protagonista) ha apartado los tabúes y los filtros para exponer el lado crudo de las cuatro chicas más carismáticas de la HBO. Han pasado ya a la historia las comparaciones con otras series que, con el paso del tiempo, han demostrado que nada tienen que ver, 'Girls' es única, para lo bueno y para lo malo.

En la última tanda de capítulos, Hannah se ha mostrado mucho más frágil que en los inicios, sin Adam a su lado, la protagonista ha estado mucho más perdida, tanto en tema de chicos (han pasado por ella un negro republicano, un madurito casado y un chavalín virgen) como en lo referente a la amistad. Las chicas han estado muy separadas y como espectador se agradece, para poder adentrarnos mejor, si cabe, en el universo individual de cada una de ellas.

Hannah es la que peor parada ha salido tras la supuesta ruptura con sus amigas, Jessa va y viene según le parece, Shoshanna está centrada en el descubrimiento de la pasión y Marnie metió la pata acostándose con el ex y mejor amigo gay de Hannah, entre otras cosas.

Marnie ha sido, probablemente, la única de las protagonistas que ha terminado la temporada mucho mejor de como la empezó. En la primera temporada Marnie era envidiada porque tenía un buen puesto de trabajo, un novio con el que tenía feeling, un grupo de amigas sólido y un cuerpo de infarto. Este año la joven ha perdido todo excepto su físico, y en un intento por recuperar algo de aquella vida tan cercana (y lejana a su vez) la guapa optó por volver a flirtear con Charlie, tarea que no se le ha dado nada mal. Ahora solo falta ver cómo se enfrenta Marnie a que su pareja tenga más éxito y mayor poder adquisitivo que ella.

Shosh es la que más sorprende en este final de temporada, por fin se desmelena y decide aparcar su relación con Ray para adentrarse en el mundo de la noche y probar cómo es el sexo con otros chicos. La próxima etapa de 'Girls' pinta muy interesante para este personaje que partía como uno de los más anodinos (bajo mi punto de vista), pero que puede dar la campanada a pasitos pequeños.

Jessa, en cambio, ha sido la gran ausente del año, es una pena porque es un bombón de personaje, por fuera y por dentro. La escena en la bañera con su amiga Hannah es memorable, pero tampoco estuvo nada mal el episodio en el que visita a su padre, pudimos conocer un poco mejor el entorno y el duro pasado de la rubia.

Los chicos también han gozado de mejor salud y mayor protagonismo este año, sin ir más lejos, el capítulo titulado "Boys", centrado en la escapada a Staten Island de Ray y Adam es otra joya que nos ha regalado la serie. A partir de ahí empezó la debacle del ex de Hannah, con una relación totalmente prescindible que solo sirvió para que espectadores y críticos pusieran el grito en el cielo cuando éste se corre en el pecho de su último ligue, las imágenes fueron bastante ordinarias y escatológicas, pero no seré yo el que se ponga en plan puritano, pese a seguir pensando que no es necesario llegar a esos extremos.

'Girls', Dunham y HBO forman un buen trío, en otro canal o con otra cabeza pensante no podríamos obtener el mismo resultado. Lástima que se estén olvidando de las historias personales para llenar la pantalla de escenas provocadoras que solo busca retar al espectador (y a la crítica, of course). 'Girls' no merece morir de provocación, tengo esperanzas en que las próximas entregas encuentren un equilibrio entre la incitación y la calidad de narración.

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