'F is for Family': Las raíces (de los problemas) de Frank

Esta familia de la década de los 70 sigue mostrándonos sus desventuras en una sociedad machista, racista y xenófoba. 'F is for Family' se ha centrado esta vez en el pasado de Frank Murphy, el patriarca, con la visita de su padre como epicentro de sus problemas en esta nueva tanda de capítulos. Netflix ha estrenado los 10 nuevos episodios que vuelven a pasar desapercibidos en la promoción de la plataforma, pero bajo mi humilde opinión es una de las mejores ficciones que continúa año tras año sobreviviendo a la sangría de la cadena.

Frank sigue con su particular descenso a los infiernos, portándose fatal con los suyos y pagando su frustración con su mujer y sus hijos. La visita de su anciano padre no mejora el humor del protagonista, más bien todo lo contrario, ya que le hace revivir momentos que Frank tenía sepultados en su memoria. Lejos de enterrar el hacha de guerra, tanto él como su padre se enfrentan de una manera poco sutil ante la mirada de su entorno.

Las cosas tampoco van bien en el trabajo. La aerolínea para la que trabaja Frank no pasa por un buen momento y su jefe no duda en dejarles vendidos a la primera de cambio. Para colmo, Frank y Sue esperan a su cuarto bebé, y esta noticia no parece que haga feliz a ninguno de los dos.

La desesperación de Sue crece a medida que su desagradable marido se comporta fatal con el resto de la familia, ella incluida. Se han dicho cosas muy feas, y a pesar de que el nacimiento de la criatura parezca que ha suavizado la mala relación del matrimonio, no creo que tarden en estallar de nuevo. Con el embarazo, el sueño profesional de Sue se vuelve a diluir entre fiestas para el bebé y el cuidado de la casa, más caótica que nunca. 'F is for Family' vuelve a funcionar como espejo de aquella sociedad, sin alejarse tampoco mucho de la actual.

Por su parte, Kevin empieza a madurar, incluso puede que se enamore de una chica aparentemente normal que se ha metido en la boca del lobo. El momento en el que la chica entra en la familia no es el más adecuado, con Frank insultando a diestro y siniestro y Sue a un paso de la depresión. El pequeño Bill también suma puntos en la lista de popularidad, es de los mejores jugadores de hockey, algo que le enfrenta de nuevo a su enemigo Jimmy Fitzsimmons, menos agresivo que en otras ocasiones. Su papel lo toma Bridget, la hermana de Fitzsimmons, que ahora se acerca a Maureen, lo que le faltaba a la pequeña Murphy para convertirse en una psicópata.

Los secundarios siguen ganando peso, algunos de ellos se han convertido en imprescindibles y me gusta verlos de vez en cuando interactuando con los protagonistas. Los singulares vecinos siempre ponen una chispa de humor, por si nos parecen pocas las desgracias en las que nos regodeamos.

Netflix no ha anunciado aún la renovación de 'F is for Family, pero deduzco que la historia continuará. Frank nos deja con su recién nacida en brazos, presentándosela a su padre, con el que ha hecho las paces, que acaba de sufrir una especie de derrame cerebral que no sabemos cómo le habrá dejado. Una serie fenomenal, con personajes muy bien trabajados y unas situaciones auténticas que atrapan.

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