Especial 'Mujeres Desesperadas' (III): Susan Mayer

Susan Mayer, o así la conocimos al principio, es una mujer divorciada y con una hija entrando en la adolescencia, aunque en muchas ocasiones la que tiene que tirar del carro es la pequeña Julie, adoptando ella el papel de madura y responsable. Su relación con Julie marcó las primeras temporadas de la serie, con varias escenas cómicas y surrealistas, en las que la hija de Susan era su paño de lágrimas o su hombro en el que llorar, mientras que la madre soltera se veía envuelta en un problema tras otro.

Porque Susan ha llorado y ha sufrido mucho, es una llorica, siempre maldiciendo su mala suerte, tanto en el amor como en el trabajo (incluso en la salud se ha llevado algún que otro susto). Desde que su matrimonio con el promiscuo Karl Mayer se fue a pique Susan vive en su propia burbuja, pero cuando conoce a Mike todo cambia, desde el principio de 'Mujeres Desesperadas' Mike Delfino se convirtió en el príncipe azul de la más torpe de Wisteria Lane. Su ineficiencia para la cocina o para las labores del hogar salieron a relucir en la primera cita con el atractivo fontanero, pero es indudable que eso forma parte del encanto de Susan.

Varios acontecimientos han marcado su paso por 'Mujeres Desesperadas', su incansable tira y afloja con Mike ha desesperado ha muchos seguidores de la serie, hasta que finalmente logró casarse con él y criar al pequeño M.J; de todos modos, ambos tuvieron que pasar por varios baches, como la intromisión de Katherine en su relación, entre otros problemas.

Pero lejos del daño que pudiera causar Katherine, la verdadera rival de Susan siempre ha sido Edie Britt, con la que chocó desde el primer momento, incendió (accidentalmente) su casa, hicieron frente juntas a un tornado que arrasó Wisteria Lane y lucharon por seducir al mismo hombre. Al final el bien quedó por encima del mal, y fue Mayer quien se llevó el gato al agua pasándose a llamar Susan Delfino.

La faceta artística también ha estado siempre presente en la vida de nuestro personaje. Las artes plásticas y el cuidado de los niños copan su carrera profesional. En esta última etapa deja a un lado los cuentos infantiles y se centra en la pintura, donde consigue refugiar su dolor y su culpabilidad.

El salto en el tiempo (de cinco años) sirvió para que Susan se despegara de su hija, que cada vez que visita a su madre le da un nuevo disgusto, primero regresó enamorada de un profesor mayor que ella y más tarde vuelve embarazada y dispuesta a dar en adopción a su retoño. Después de ocho años interpretando al mismo personaje, es probable que Susan haya sido la que menos ha evolucionado, aunque la última temporada está siendo decisiva para la protagonista de 'Mujeres Desesperadas'. Teri Hatcher está poniendo toda la carne en el asador y demuestra que el drama también es lo suyo.

Y para dramón el que ha sufrido nuestra Señora Delfino en el último capítulo emitido por la ABC, Susan pierde a Mike, y esta vez para siempre e irremediablemente. Los líos de mafia en los que se había visto involucrado en los últimos capítulos por salvar a su nuevo amigo Ben y su vecina Renée le han costado la vida al bondadoso fontanero. Un adiós por todo lo alto, con una serie de flashbacks memorables, así se despide una de las parejas más queridas de la pequeña pantalla.

No podía ser de otra manera, a alguna de las desesperadas le tocaba pasar por este mal trago antes del final definitivo, y esa tenía que ser Susan. Siete capítulos amargos restan para el desenlace de 'Mujeres Desesperadas', y el recorrido de Susan termina como empezó, con ella en el punto de mira.

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