Especial 'Mujeres Desesperadas' (I): Lynette Scavo

'Mujeres Desesperadas' está cerca de su final definitivo, ABC cerrará el ciclo de las residentes de Wisteria Lane en el mes de mayo. Antes de dar carpetazo a una de las series más longevas y queridas del momento vamos a analizar una a una a las cuatro protagonistas que han aparecido en el serial desde el primero hasta el último capítulo, protagonizando momentos dramáticos, cómicos e intrigantes, siempre acompañados de una chispa inconfundible, ese toque que solo Marc Cherry le ha sabido dar a la ficción.

El repaso empieza por lo más alto, Lynette Scavo, la mujer desesperada más fiel a sus principios, y seguramente una de las que más carga dramática ha soportado a lo largo de estos ocho años (8+5 para ellas, debido al salto temporal que acontece en el ecuador de la serie). Entre los dramas con los que Lynette ha tenido que convivir, el más sonado ha sido el cáncer que sufrió en la cuarta temporada. Aun así la señora Scavo continuó en su línea, intercalando los momentos más tristes de la historia de la serie con ocurrencias disparatadas que siempre nos hacían sacar, como mínimo, una sonrisilla.

A pesar de todo, no fue esa enfermedad la que más ha marcado el paso de Lynette en 'Mujeres Desesperadas', sino su fertilidad. Ella nunca ha sido partidaria de componer una familia numerosa, ni siquiera le gustan los niños, pero a los cuatro que tenía cuando empezó la serie se le sumó otro más, justo en el momento en el que pensaba que era físicamente imposible que pudiera ocurrir. De todas formas, siempre ha demostrado ser una madraza, y protege a los suyos por encima de todo, por mucho cascarón de hierro que se ponga encima.

Eso sí, Scavo ama su trabajo y su carrera como publicista, ha tenido el éxito en la palma de su mano en más de una ocasión. Ella llevaba los pantalones en casa, y eso a su marido cada vez le gustaba menos. Lynette es completamente autosuficiente, y en ocasiones también autoritaria; su carácter terco ha hecho que triunfe en el mundo de la publicidad, y profesionalmente ha escalado puestos envidiables, pero en el terreno personal su fuerte temperamento no ha sido bien recibido.

Aunque Tom y Lynette formen una pareja entrañable y sólida, en esta última temporada está flojeando más que nunca, cada uno por su cuenta, empezando una nueva vida. En este tipo de rupturas no hay culpables, ambos han puesto de su parte, Tom y su egoísmo cada vez más latente, y la poca paciencia de Lynette estalló al finalizar la séptima etapa de la serie. Para el padre de familia ha sido mucho más sencillo hacer borrón y cuenta nueva, pero a ella le está costando avanzar y encontrar alguien que le entienda, y le aguante.

La pareja es una de las favoritas de la audiencia, siempre han estado juntos, y las adversidades que han tenido que superar no han sido pocas: la hija secreta y maligna de Tom, el cáncer de Lynette, el fracaso de la pizzería, sus rivalidades profesionales, y ahora es el turno de la separación, pero estoy seguro de que Tom y Lynette tendrán un final feliz, juntos, no puede ser de otra manera.

Los hijos del matrimonio también han protagonizado varias tramas en 'Mujeres Desesperadas', aunque siempre desde un segundo plano y como apoyo. El avance de cinco años fue positivo para esta familia, la evolución de los hijos era necesaria para ofrecer un cambio de aires e historias o situaciones renovadas, como los escarceos de los gemelos o la pubertad de la pequeña Penny. Es de agradecer que los hijos de los Scavo hayan aparecido normalmente de fondo, ya que su aportación nunca ha sido muy necesaria que digamos...

En la actualidad Lynette está intentando empatar con Tom en esa especie de competición continua. Ella seguirá intentándolo con el peluquero de Renée, amiga con la que también ha pasado rachas de todo tipo, entre ellas, la más importante fue cuando confesó que tuvo un affaire con su marido, otro de los tropiezos de la pareja, y una vez más el malo fue Tom.

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