Hace días se estrenó la décima temporada de la serie de los hermanos Caballero, y sigue liderando las audiencias en su franja. Después de diez años es difícil enganchar como el primer día a los seguidores, pero
'La que se avecina' es de esas comedias que no pierden su esencia, y se hace fuerte ante las adversidades, como la despedida de personajes clave o los fichajes de actores que funcionan.
Es innegable que han tenido sus traspiés, y en una década es totalmente comprensible que la serie no de en el clavo constantemente. A pesar de sus personajes insulsos, o menos relevantes, o de unas pocas tramas que rechinan, 'La que se avecina' funciona en su conjunto, y los guionistas han conseguido crear una comedia sólida que ya forma parte de la historia de la televisión en España.
Fichajes estelares
Lo más novedoso de este año es la incorporación de las Morcillo. Ya conocimos a Yolanda y Menchu en la recta final de la temporada anterior, pero ahora viven en Montepinar, son unas inquilinas más dentro de la comunidad de vecinos, y sus apariciones son cuanto menos curiosas. Madre e hija tienen un temperamento que da vértigo, y juntas son una bomba de relojería.
Estas dos mujeres enganchan, y no hablo de la audiencia, que muchos no paramos de reír con sus ocurrencias y contestaciones, me refiero más bien a los vecinos, algunos al menos. Es el caso de Amador, que echa de menos a Yoli, después de haber hecho todo lo posible por deshacerse de ella, y algo parecido le ocurre a Fermín con Menchu, capaz de dejar abandonado al "hombre cojín" con tal de perseguir al que ahora dice ser el amor de su vida. Cabe la posibilidad de que lo haga por miedo, el terremoto Menchu debe ser terrible si le llevas la contraria o intentas cortar una relación con ella.
Lo bueno de todo esto es que Amador ha pasado página, y ahora está en otro nivel, igual que Maite. Pese a mantener una especie de tensión sexual, o llamémosle equis, los Cuquis ya han rehecho sus vidas, y Maite ahora persigue una vida perfecta llena de glamour, por eso es capaz de tirarse (o intentarlo) al pianista. En la cama no ha cuajado la historia, pero para Maite sería un puntazo salir con un músico. Lástima que se tenga que conformar con otro artista con el que le va mejor en los asuntos sexuales, el hippie caradura que se ha vuelto a colar en su vida.
Me parece estupendo que Maite avance, solo por sus conversaciones y escenas con Chusa ya nos da la vida, son fantásticas juntas. Sin embargo, tanto el pianista como el hippie me parecen personajes flojos, no todos tienen que ser explosivos, pero estos dos me llegan a aburrir, mereciendo Maite mucho más. Por cierto, lo de sus trabajos manuales mecen un artículo aparte, es tan sórdido como divertido.
Los que nunca fallan
¿Cuántas veces lo han dejado ya los Recio? De hecho esta vez no parece que haya sido una crisis matrimonial, más bien familiar. Desde que Alba regresara a casa de sus padres destrozada, Antonio ha preferido distanciarse de los suyos e irse a vivir con Enrique. Al concejal se le acumulan las lapas en casa, porque también vive en su jardín Coque, que se ha tomado un tiempo sabático, no se sabe muy bien a cuento de qué.
Por su parte, lo de Alba y Teo no parece que tenga remedio, ni siquiera les hemos visto en un plano juntos esta temporada. A mí me gustaría que lo suyo funcionara, tal vez se den una nueva oportunidad, en 'La que se avecina' todo es posible y cualquier trama puede dar mil vueltas, hasta volver al punto de partida. Espero que esta sea una de ellas.
Fina es otra de las que nunca fallan, por muy pequeñas que sean sus apariciones, llena la pantalla cada vez que pronuncia un desprecio hacia cualquiera de sus vecinos. Me gusta que con las Morcillo se lleve bien, podrían montar un akelarre juntas, sería terrorífico.
Por último, es una pena que Lola y Javi lleven varias temporadas sin una trama propia, siempre dependiendo de sus padres. Ahora es Vicente el que quiere colarse en su casa, después de quitarse a Fermín del medio. Esta pareja necesita un revulsivo, y que los protagonistas de su historia sean ellos mismos, no los amigos, los padres o los vecinos.
'La que se avecina' nunca ha decepcionado hasta ahora. Todo está muy bien hilado, y saben adaptarse a los cambios que van surgiendo en reparto o incluso en duración. Es una salvajada que haya capítulos que superen los 90 minutos, como muchas películas de comedia. No obstante, mantienen un ritmo correcto para todo el tiempo que están en antena, aunque descarto seguirlo en directo, con sus respectivos cortes publicitarios y empezando cada vez más cerca de las once de la noche. Me quedo con el streaming.