Quién me iba a decir que una serie de Aragón TV (producida junto a otras cadenas de la FORTA) iba a convertirse en uno de mis
fetiches del 2020. '
El Último Show' está disponible actualmente en HBO España, se trata de un relato repleto de melancolía,
una obra cuya base es la comedia, pero su tendencia al drama más sutil es incuestionable. De hecho, la serie de Marianico el Corto se desenvuelve mucho mejor en la pseudo-tragedia.
Miguel Ángel Tirado es el protagonista de la serie. El humorista lleva años desligado de la pequeña pantalla, tuvo su época dorada en la década de los 90 con programas como ‘No te rías que es peor’ o sus colaboraciones en ‘¿Qué apostamos?’. Tirado regresa con un registro completamente diferente, abriendo su corazón en una ficción que tiene mucho de realidad, desde un prisma crudo y real.
La vida personal de Miguel Ángel
Nos metemos en la vida ficticia de Miguel Ángel Tirado durante ocho amenos capítulos. El humorista es consciente de que no le queda mucho recorrido profesional, cada vez con menos público y con unos notorios achaques de salud con fecha de caducidad incluida. Tirado prefiere guardar el secreto sobre su enfermedad, pero esto le trae problemas y cargas que de otra forma no tendría por qué soportar.
Su hija es madre soltera y decide mudarse a Londres, donde tiene posibilidades de encontrar el puesto de trabajo con el que siempre ha soñado. Su hija adolescente se queda con el abuelo, en una edad en la que las hormonas de la no-tan-niña están disparadas. La relación entre nieta y abuelo es de lo más bonito que nos regala ‘El Último Show’, ambos aprenden el uno del otro, cometiendo errores, sin importar la diferencia de edad.
Miguel Ángel está divorciado en la ficción, pero sigue teniendo en alta estima a su ex, con la que tiene buena relación y siguen comportándose como una familia, a pesar de que ella sale con un hombre mucho más joven. Armando del Río es otra de las sorpresas de la serie, metiéndose en la piel de un tipo pedante e insoportable al que ni siquiera su mujer (la ex de Marianico) aguanta.
El adiós a Marianico el Corto
El señor bonachón de boina y bastón no goza del éxito de antaño, pero se sigue defendiendo en escenarios, grandes y pequeños. La autoestima del protagonista está por los suelos, aunque para eso tiene cerca a su representante y amigo, un tipo vivaracho que se mueve por dinero, pero siente gran apego hacia su cliente.
En la primera temporada, y única hasta ahora, aparece en escena el famoso Barragán, que ayuda a animar a su compañero de batallas. La dosis de nostalgia está servida, y no solo para los más mayores que disfrutaron en los 90 con estos humoristas, sino para cualquier otra persona que incluso apenas haya oído hablar de Marianico el Corto.
Lo bueno de 'El Último Show' es que las tramas no están dirigidas a un público necesariamente relacionado con el humor de antaño. Los guionistas mezclan las historias de Miguel Ángel con las de su nieta, que está en una etapa rebelde, enfadada con el mundo. Un cóctel explosivo que no podrás dejar de mirar, combinan tramas como las de un casting de una película porno, los sueños morbosos con el profesor de inglés de la nieta o la aparición de un supuesto hijo secreto del protagonista.
'El Último Show' juega muy bien sus cartas. La nostalgia es un punto muy a su favor, pero el humor negro también está presente, con un toque dramático que siempre pone en jaque al protagonista y a su entorno. Hacía tiempo que las televisiones públicas autonómicas no se unían para traernos una historia original para todos los públicos. Ojalá continúen pronto.