El terror y Leanne se diluyen en el regreso de 'Servant'

Me encantó la primera temporada de 'Servant'. Hasta el momento ha sido, con diferencia, la ficción que más me ha enganchado de Apple TV+. En cambio, los dos primeros episodios de la segunda hornada me han decepcionado bastante. A decir verdad, ya intuía que nos íbamos a encontrar con el alargamiento de una historia que podría haber cerrado dignamente tras su primera tanda, pero esto es algo a lo que desgraciadamente nos empezamos a acostumbrar.

Dorothy y Sean se han quedado sin su hijo, que ha vuelto a ser un trozo de plástico al que la madre ya no tiene tanto apego. Después de haber tenido a Jericho respirando y con su corazón latente entre sus brazos ya no le sirve de consuelo acunar al muñeco reborn. La depresión se ha apoderado de la casa de los Turner, bajo la vigilancia y persistencia de Julian, el hermano de la protagonista que este año se ha convertido en uno de los pilares de la temporada, o al menos apunta maneras como tal.

De la que no tenemos noticias aún es de Leanne, y ya llevamos dos episodios, es decir, el 20% de la segunda temporada. Ella, junto a Dorothy, fue la revelación de la serie. Son dos personajes enigmáticos, cada una de ellas a su manera, mientras que la pelirroja llena la pantalla con su presencia y su intensidad, la niñera hace lo propio desde el silencio, de un modo tan sigiloso como perturbador. En el final del segundo acto reaparece en un mensaje de voz, atemorizando a Sean, que no tiene claro si se trata de un delirio.

La aparición de Leanne en casa de los Turner puso todo patas arriba, y eso que sus vidas ya eran complicadas, un drama constante. Esa oscuridad sigue latente en el domicilio, pero los guionistas han dado un pequeño giro hacia el humor negro, utilizando más ironía y tomándose menos en serio a sí mismos. Esto se refleja en el noticiario que presenta abruptamente Dorothy o en la conversación entre el detective privado, Julian y Sean.

Ahora llega cuando se supone que nos da igual qué ocurre con el niño, con la especie de secta en la que está metida la niñera y con todo el misterio que rodea 'Servant'. Los guionistas han vuelto a ingeniárselas para que el verdadero aliciente sean los personajes, permitiéndose el lujo de prescindir del avance de la trama que nos trajo aquí: el muñeco que se convierte en bebé. Está claro que la explicación va más allá de la supuesta secta, la magia negra tiene algo que ver en todo esto y la amiga de los Turner es otro ejemplo de hacia donde nos quieren llevar.

Por lo general, 'Servant' ha perdido gran parte del potencial de sus inicios, empieza a ser otra serie. Eso no quiere decir que me parezca mala, pero considero que el nivel ha bajado y se están entreteniendo con cuestiones secundarias, lo que no beneficia en absoluto a la ficción. En este caso, es una suerte que las temporadas sean cortas y los capítulos también. 'Servant' sigue mereciendo la pena, porque no nos supone más de 25 minutos semanales, y yo quiero saber qué es de Leanne y cuáles son sus intenciones.

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