(Contiene spoilers de la 13ª temporada)
En la 13ª temporada de '
Anatomía de Grey' puedo decir que me he reconciliado con la serie.
Todos, o casi todos, los personajes han tenido algo que contar y las tramas han avanzado con naturalidad, desde la relación de Meredith con Nathan Riggs hasta la reacción de Maggie al descubrimiento de la nueva
pseudopareja. La acción también ha tenido un lugar privilegiado en la ficción de Shonda Rhimes, siempre manteniendo su estilo único y su dosis dramática que no puede faltar.
Más desgracias
Las desventuras catastróficas de Meredith han continuado en este tramo de la serie. 'Anatomía de Grey' no sería la misma sin sus capítulos llenos de desgracias y accidentes de todo tipo. Se les han acabado los medios de transporte, por eso se han visto obligados a repetir una especie de catástrofe aérea, en la que la protagonista se ha visto involucrada junto al nuevo doctor con el que flirtea.
Estos episodios centrados en una sola trama tienen algo mágico, porque consiguen que te quedes atrapado a la única trama que ofrecen los guionistas. Pasó algo similar con el capítulo en el que Arizona, Jo y Bailey visitan una cárcel de mujeres para intervenir en una operación de una presa muy peligrosa. Inolvidable. Además, es un episodio que permite que crezcan personajes a los que no tenía en buena estima, como en este caso fue Jo, o en la season finale pasó con Stephanie.
Edwards nunca me ha gustado, su perfil es idéntico al de Cristina, salvando las diferencias. La relación entre Jo y Stephanie es similar a la que han mantenido Meredith y Cristina hasta que la segunda decidió desaparecer de Seattle. Mi opinión ha cambiado a raíz del último episodio de la temporada, ver a Edwards luchar contra el fuego hizo que deseara que la doctora se salvara, y así fue, aunque todo apunta que la actriz deja la serie, por lo que no sería de extrañar que la inhabiliten o que la temporada comience con la muerte de Stephanie, para que el drama extremo no cese en 'Anatomía de Grey'.
Amores reñidos
La estabilidad en una pareja de 'Anatomía de Grey' está tan presente como un unicornio en la plaza de cualquier pueblo. La boda de Owen y Amelia ha distanciado a la pareja, a ella le ha entrado una crisis de ansiedad en cuanto se ha mencionado el tema de los niños, y se han tirado una temporada entera sin hablar, hasta que la esperanza llama a la puerta de Owen en la recta final. La hermana del doctor está viva, algo que él daba por perdido, y que también pone patas arriba el comienzo de la relación entre Meredith y su noviete.
A la protagonista le ha costado horrores dar un paso adelante en lo sentimental, y cuando decide contarle todo a Maggie y empezar a salir con Nathan, todo se viene abajo. Desde el principio ha ido mal, con su hermana en medio de todo, Grey poniendo límites en todo momento, y ahora resucita la ex de él, algo que Merdith parece que no se ha tomado mal, pero seguro que será la causa de nuevos dramas y triángulos amorosos en la siguiente etapa.
Por otro lado, Maggie ya parece interesada en otro hombre, ni más ni menos que Avery. April y Jackson han conseguido encontrar el equilibrio y se llevan bien, sin necesidad de enrollarse en cada encuentro, y sin tirarse los trastos a la cabeza cada vez que hablan. Maggie parece tener vía libre, pero a mí me gusta la pareja Kepner-Avery, que le busquen otro interés amoroso a la desafortunada hermana de Meredith.
Tampoco se ha estrenado bien el affaire de Arizona con la nueva jefa del hospital. Por no hablar de las casualidades de esta serie, sobre todo entre las lesbianas, que parece que el Memorial recibe subveniones por tener un número concreto de lesbianas en nómina, en cuanto falta una contratan a la siguiente, y como no podía ser de otra manera, Arizona termina encaprichándose de ella, ¡y es mutuo! Qué suerte, oye.
Llevaba unas cuantas temporadas desencantado con la serie, pero este curso he recuperado la ilusión por 'Anatomía de Grey'. Los episodios han sido dinámicos, apenas han metido relleno o personajes insulsos, y han permitido que los que ya estaban crezcan y tengan su espacio. Tal vez Bailey sea la que últimamente está más perdida, llevar el mando no le está sentando nada bien al personaje, aunque incluso su pareja ha tenido su momento esta temporada. Otro que se ha ido desvaneciendo ha sido Karev, detrás del marido de Jo, estos dos empiezan a cansar un poquito, y DeLuca merece más protagonismo. En otoño seguiremos siendo testigos de los avances del Memorial, con nuevos accidentes, desamores y drama para todos.