‘El Pueblo’ T2: No pierde el olor a aire puro

Mientras que Telecinco ha concluido recientemente la primera temporada de ‘El Pueblo’, un servidor ha finiquitado la segunda tanda que estrenaron en Prime Video el pasado 14 de febrero. El equipo que hay detrás de la serie ha vuelto a acertar con los giros de los personajes y las historias de ficción que siempre tienen guiños a la realidad, a veces por casualidad, como en el último capítulo en el que aparecen varios habitantes de Peñafría con mascarillas, para no contagiarse de una posible epidemia, ¿os suena?

‘El Pueblo’ es de esas series en la que te tienes que detener cuando pasas por ella, y no lo digo por el ingenio de los guiones o por el arte de sus protagonistas, sino por la localización y el entorno en el que se ha grabado la comedia. Por fin, lejos de platós y chromas imposibles, la serie de los hermanos Caballero vuelve a destacar, por encima de todo, por sus exteriores, huele a aire puro.

Sin embargo, las tramas que se cruzan en Peñafría esta temporada también han ayudado a mantenernos pegados a la pantalla durante estos fugaces ocho episodio, que además duran entorno a una hora, sin llegar a los límites de su prima-hermana ‘La que se avecina’. Algunas de las historias y personajes pueden hacerse bola, como la del trío formado por Pablo, Isa y Laura, que ha sobrevivido gracias al giro maquiavélico de Isa, a la que le ha durado poco el gustazo de ver a su “novio” sufrir.

Quitando los vaivenes de Laura y Pablo, el resto ha ido hacia arriba, empezando por los mayores del elenco, la razón definitiva por la que debes ver ‘El Pueblo’. Arsacio y María están más divertidos que nunca, la separación ha sentado bien a ambos personajes, como a Cándido quitarse el lastre de la alcaldía, ahora en manos de una inexperta María. La que ha cogido carrerilla es Emilia, que apenas tenía diálogo en la primera tanda, y han sabido aprovecharla en estos últimos episodios. Ella, sin pelos en la lengua.

El enganche de El Ovejas con Elisa también ha llegado a su fin, como parece que ha pasado con todo tras el desenlace. Este hombre se ha ganado al público por su candidez, con ese punto tierno que disimula su torpeza. No obstante, Elisa prefirió quedarse con el rockero (no sé porqué) en los últimos días de su vida, protegiendo a su hijo Gus, ajeno a todo. El final ha sido muy triste, pero era inevitable, por mucho que me gustara el espíritu libre y guerrero de la Señora Elisa.

Otro giro de los buenos ha tenido como protagonista a la familia de Moncho y Ruth, que han terminado salpicando a toda la aldea por culpa de la secta que se ha montado en Peñafría un caradura al que han terminado descubriendo. Hasta Amaya ha caído en las redes de estos hippies, cansada de malvivir al lado de Juanjo. La evolución del personaje de María Hervás es flipante, se está convirtiendo en una persona con sentimientos, sin perder su esencia pija y superficial. Me sorprendió para bien el cameo de Mónica Cruz, que formó muy buen tándem contra con Amaya.

‘El Pueblo’ debe continuar con una tercera temporada, a pesar de que hayan optado por un cierre mayúsculo, de diez, pero definitivo. Estoy convencido de que el equipo de guionistas se las va a saber arreglar para continuar con las tramas de Peñafría, aunque Maca haya tenido mellizos, a Isa le haya partido un rayo o Amaya y Juanjo sigan saltándose la ley con sus chanchullos. Un reseteo también puede sentar bien a este pueblo de la estepa soriana, sin perder a sus verdaderos pilares: los habitantes veteranos de Peñafría.

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