'El Ministerio del Tiempo', una nueva puerta que se abre en nuestra ficción

Anoche La 1 estrenaba 'El Ministerio del Tiempo', una nueva serie que ya tiene grabada su primera temporada, compuesta por ocho episodios. Soy de los que se asomaron a la ficción sin grandes expectativas, intuía que iban a acercarnos algo novedoso después de leer varias críticas o resúmenes, pero no esperaba en absoluto que la serie creada por los hermanos Olivares me fuera a sorprender tan gratamente.

El argumento es un tanto enrevesado, pero nos lo presentan de una forma tan apetecible y dinámica que es imposible quitarle el ojo a la pantalla. Es sencillo engancharte a esta historia, que a pesar de ser poco creíble va cogiendo verosimilitud a medida que avanza. Los viajes en el tiempo a través de puertas de madera o la existencia de un Ministerio mágico en España son claves para entender las tramas de ciencia ficción en las que se ven envueltos los protagonistas.

El fantástico es un genero muy poco aprovechado en nuestro país, se ha usado en contadas ocasiones y la mayoría de las veces ha sido para traernos historias relacionadas con el terror o lo sobrenatural. Si tenemos que remontarnos a una serie que haya mezclado la ciencia ficción con el humor deberíamos viajar atrás en el tiempo y darnos de bruces con 'Ala... Dina' o 'El Inquilino'. Incomparable.

El humor de 'El Ministerio del Tiempo' es mucho más sutil que el de las series mencionadas, y ni siquiera es algo que caracteriza a la serie desde el primer minuto, ya que tan solo es un añadido, no el eje de los diálogos. No obstante, cada golpe de comedia está introducido a la perfección, y lo único que me chirría pero con gusto es la manera en la que una serie de la televisión pública mete puyas al Gobierno o al sistema político actual.

De modo que el humor está presente todo el tiempo, pero no abusan de él. Uno de los personajes que más lleva la carga cómica es Cayetana Guillén Cuervo, que no solo sorprende por sus dotes interpretativas, sino también por su físico, el cambio de peinado le ha sentado bien a la actriz, que incluso parece que ha rejuvenecido, confundiéndola en ocasiones con la presentadora Berta Collado.

El reparto de 'El Ministerio del Tiempo' es admirable, empezando por el trio protagonista, que se ha trabajado unos personajes creíbles y forma un grupo entrañable. Nacho Fresneda borda el papel de esa especie de Alatriste que no ha estado exento de burlas y chistes, no solo en las redes sociales, haciendo referencia a la desastrosa serie de Telecinco, también en la propia ficción. Rodolfo Sancho y Aura Garrido no decepcionan, ya no les podemos llamar "promesas de nuestra ficción", porque llevan años demostrándonos que lo valen.

Los secundarios tampoco pasan desapercibidos, pero me he quedado con ganas de disfrutar más de Natalia Millán, con un personaje que también viaja en el tiempo, pero no para hacer el bien precisamente. Millán interpreta a una villana a la altura de 'El Ministerio del Tiempo', aunque no me gustara nada la escena en la que da un botijazo a Sancho, podrían haber grabado otra toma, fue bochornoso, hay que decirlo.

A rasgos generales, 'El Ministerio del Tiempo' es una obra arriesgada, con importantes matices cómicos, y con referencias históricas y actuales que pueden dar mucho juego. La factura es impecable, aunque tiene sus fallos en la ejecución de algunas escenas, pero nada importante al lado de lo que hemos visto hasta ahora en el género en España.

El piloto estuvo teñido de misterio, y parece que van a seguir la misma tónica en las siguientes emisiones. Es de agradecer que mantenga ese halo de intriga en torno a lo que rodea al Ministerio. También es una suerte que no aprovechen los 70 minutos para meternos con calzador la enésima historia de amor entre protagonistas, espero que sigan en la misma línea. Sin dudarlo, compro 'El Ministerio del Tiempo'.

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