'El Ministerio del Tiempo' conquista crítica y público

Mucho se está hablando de la última serie de TVE, 'El Ministerio del Tiempo'. No es para menos, la serie de los hermanos Olivares ha supuesto un antes y un después en nuestra ficción, y todo gracias a arriesgar con este producto de ciencia ficción, sin precedente en España. La idea es original, y no se me viene a la cabeza una serie de estas características, ni en nuestras fronteras ni fuera de ellas.

Gracias a los halagos que ha recibido la serie por parte de la crítica, 'El Ministerio del Tiempo' ha renovado por una segunda temporada. Aún así, el público también ha aportado su granito de arena, pese a registrar cuotas de share por debajo del 12% en sus últimas emisiones, la ficción se ha defendido muy bien ante la dura competencia. Además, debemos tener en cuenta que marcar un 12,5% de media dentro de una televisión pública que se encuentra en horas bajas no es para nada desdeñable. Aunque también es cierto que la serie merece mucho más.

Los tres protagonistas son un portento, gran parte del éxito se debe a los actores que se meten en su piel. Rodolfo Sancho, Aura Garrido y Nacho Fresneda lo bordan, sus personajes están muy bien escritos, y cuentan con una carga emocional y unos tintes históricos de quitarse el sombrero, pero ellos ponen de su parte con guiños y poses a la altura.

Julián es el que más expone su lado dramático, ha perdido a su novia recientemente y no ha dudado en aprovecharse de los servicios del Ministerio para el que trabaja, todo por intentar remediar aquel accidente en el que ella murió. Él no es el único que quiere sacar ventaja, Alonso (el Alatriste de la serie) nos sorprende en el último episodio entrometiéndose en el pasado para salvar a su amada de las garras de un maltratador que le haría la vida imposible.

Amelia puede que sea la más formal del trío, pero también ha demostrado que está dispuesta a usar el Ministerio en su propio beneficio. Veremos si en la segunda temporada su interés en Julián sigue creciendo, ahora que han descubierto que la muerte de Maite es irremediable, de una forma sobrecogedora e impactante. De todos modos, no me gustaría que esto desembocase en una historia de amor/desamor entre dos de los protagonistas.

Cayetana Guillén Cuervo hace un gran trabajo, Irene engancha, y el año que viene seguro que no nos deja de sorprender, porque ahora que se ha revelado contra la cúpula puede que de un giro interesante. La teoría de que el Ministerio no es tan bueno como parece cada vez coge más fuerza, ya hemos pillado en más de una mentira a Salvador, el nexo entre el Gobierno y el CNI.

Además, la presencia de Lola Mendieta (Natalia Millán) es cada vez más inquietante, y puede que sea una amenaza para el equipo de Salvador, algo que seguirá dando juego en la nueva temporada. Lo que está claro es que hay dos bandos diferenciados, cada uno con sus propios intereses, pero con una puerta en común.

Ocho capítulos han sabido a poco, pero han servido para familiarizarnos con los personajes y entender el funcionamiento del Ministerio, aunque hay cuentas pendientes, y se hace complicado atar todos los cabos. No obstante, se agradece que nos ofrezcan una serie compleja, con importantes dosis de humor sofisticado y con una realización con excepciones de aplauso.

'El Ministerio del Tiempo' es única en su especie, se atreve hasta con la crítica social, un punto a favor de TVE, que esperemos no cambie ni un ápice el espíritu de la serie. Y lo que aprendemos con ella...

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