El gatillazo de 'Masters of Sex'

Decepcionante. Así definiría la segunda temporada de 'Masters of Sex' al completo, y eso que me entusiasmó el primer año, cuando ofrecieron una serie diferente e interesante, que entretenía y con la que se aprendía a partes iguales. Los guionistas han debido infravalorar a la audiencia, y nos han mostrado la misma historia de amor que podemos ver en cualquier otra serie.

Este verano 'Maters of Sex' ha prescindido de personajes que le dieron la vida en la temporada pasada. Por ejemplo, la pareja formada por Beau Bridges y Allison Janney aparecen unos minutos en el primer episodio, y poco más, es una pena sabiendo que los personajes que estos actores interpretan son un bombón. Algo parecido, pero en menor escala, pasa con Ethan, aquel joven ambicioso que estaba detrás de Virginia y rompió el corazón de más de una mujer.

Podríamos decir que el protagonismo se ha centrado absolutamente en la relación sentimental entre Virginia y William. El sexo ha quedado en un segundo plano, cediendo protagonismo al amor, con historias manidas e infumables. El romance no tan secreto entre los protagonistas cansa mucho, ya va siendo hora de que Libby abra los ojos, o al menos se aleje definitivamente del Doctor Masters. Todo va muy lento, en el episodio final presumimos que Libby se va quitando la venda de los ojos, ¿pero cuánto va a tardar en dar un paso más? ¿Otros 24 capítulos?

En el apartado de secundarios han mantenido al Doctor Langham, que ha empezado la temporada de manera sigilosa, y ya podría haberse quedado en esas apariciones recurrentes, ya que no ha ofrecido nada de interés en la segunda mitad de esta tanda de episodios, ¿alguien siente realmente curiosidad por Cal-O-Metric? ¡Qué pereza! Al menos tenemos a Betty DiMello para disuadirnos un rato y hacer que esa hora que dura cada episodio tenga algún momento de humor y lucidez.

Ni siquiera Betsy Brandt ('Breaking Bad') levanta la serie, la actriz se mete en la piel de una mujer retraída y con un trauma que arrastra desde la infancia. Su historia podría tener potencial, pero la han llevado por mal camino, ahora comparte trama con Lester, el ayudante y cámara de William y Virginia. Otro personaje de relleno que no aporta nada.

En el episodio final la familia Virginia retoma el protagonismo que en contadas ocasiones ha tenido en la primera temporada, a la joven se le tuercen las cosas más si cabe, y la culpa es de la persona de la que menos se lo espera. A Will tampoco le irá bien en la tercera etapa, al menos en casa las cosas están cada vez peor, Libby ya no es la sumisa con la que se casó, la niñera negra que contrató ha cambiado por completo la vida del matrimonio, sin tenerlo previsto.

'Masters of Sex' fue en mi opinión el mejor estreno de la temporada pasada, tal vez le haya sentado mal el verano, o quizás hagan falta tramas más impactantes y una duración menos extensa. Sea como sea, veo difícil que dé una nueva oportunidad a la serie de Showtime, y lo siento en el alma, porque pone sobre la mesa un tema atractivo, y su cabecera sigue siendo de las mejores de la historia.

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